La nadadora de natación sincronizada estadounidense Anita Álvarez, que el miércoles fue rescatada del fondo de la piscina tras sufrir un desmayo en el Mundial de Budapest, contó que "todo se volvió negro", en una entrevista que publica este viernes el diario El País.

"No. Solo sentí que estaba dejando todo en la piscina", afirmó la nadadora, de 25 años, al ser preguntada por si se dio cuenta de que estaba llegando a su límite.

"En la última figura, donde tengo que despedirme levantando un brazo, me recuerdo pensando: '¡Empuja ese brazo! ¡No abandones ahora! ¡Dalo todo hasta el último segundo!'", afirmó en la entrevista que publica este viernes el diario español.

"Seguí, seguí, seguí"

"En el pasado he sentido que me desvanecía. Esta vez creo que estaba muy conectada mentalmente, tan metida en mi papel, viviendo el momento tan intensamente, que estaba realmente disfrutando de mi actuación. Seguí, seguí, seguí…", relató la nadadora estadounidense.

"En esta rutina me encontraba genial, tan cansada como siempre pero disfrutando. Y cuando sentí que por fin podía permitirme relajarme fue cuando todo se volvió negro", explicó.

"No recuerdo nada más", añadió Álvarez, que se quedó desmayada en la piscina, a la que saltó su entrenadora, Andrea Fuentes, para sacarla del agua.

Su opinión sobre las fotos del rescate

La nadadora afirmó que "al principio me "chocaron" las fotos de su rescate en el fondo de la piscina, pero "después me lo tomé con calma".

"Ahora pienso que las fotos son hermosas de alguna manera. Verme ahí abajo en el agua, tan en paz, tan en silencio, y ver a Andrea bajando con su brazo extendido intentando alcanzarme, como una superheroína…", afirmó.

Fuera del Mundial

El jefe médico de la Federación Internacional de Natación (FINA) anunció este viernes que Anita Alvarez no podrá participar en la competición por equipos, algo que había quedado en suspenso tras su desmayo.

"Hay diferentes tipos de deportistas. Algunos toleran bien que la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono varíe de esta manera, pero hay quienes son más sensibles. Ella es uno de ellos. Probablemente este deporte no es para ella", dijo Bela Merkely, jefe de los servicios médicos de la FINA.