Elisa Carrió dejó de lado las críticas a su propio gobierno y se mostró ayer con Mauricio Macri. Lo hizo bajo la consigna proselitista “Vamos juntos” –el nombre con el que competirá en las urnas- durante un timbreo nacional de Cambiemos, que en su caso sirvió de largada para su campaña electoral en la Ciudad de Buenos Aires.

A la líder de la Coalición Cívica y el Presidente les armaron una reunión con vecinos en el barrio de Caballito. La cita fue en el recientemente inaugurado Patio de los Lecheros, en Bacacay y Donato Álvarez, la vieja estación del ferrocarril Sarmiento reciclada como patio de comidas. Allí estuvo también Horacio Rodríguez Larreta.

El jefe de Gobierno porteño resulta ser ahora el macrista más entusiasta de Carrió. Su próxima meta es la reelección en su cargo dentro de dos años, como etapa previa a su deseado destino final: la Casa Rosada. Los servicios de Carrió en las elecciones de este año se le volvieron imprescindibles ante la falta de otro candidato que asegure cerrarle el paso al hasta hace poco también integrante del Gobierno Martín Lousteau. El sueño de Rodríguez Larreta de ser presidente quedaría hecho trizas de inmediato si el ex embajador sale bien posicionado de la prueba electoral de octubre y logra acceder en 2019 a la jefatura de Gobierno de la ciudad.

“Nosotros con Mauricio tenemos una cosa muy auténtica. Discutimos, nos abrazamos y después comemos un asado”, dijo Carrió para minimizar sus frecuentes desencuentros con el Presidente. Cuando le preguntaron por su pedido de que desplacen a la número dos de la AFI, Silvia Majdalani, salió del paso con una de las suyas. “No voy a hablar de esas cosas porque estoy en campaña, me lo prohibieron”. Macri, en cambio, no hizo declaraciones.

Carrió eligió dos ejes para el arranque de su campaña. Por un lado, polarizó con el kirchnerismo, para lo cual apeló a frases como “quiero hacer muchos hospitales con la plata de De Vido”. Por otro, buscó sacar rédito de la gestión de Rodríguez Larreta y destacó, por caso, que “tenemos muchos vecinos que están contentos porque liberó toda la zona de Rivadavia y Acoyte como centro comercial, que estaba tomada por la venta ambulante”.

Su circunstancial socio puso la mira allí donde le interesa. “Tiene derecho a participar, hay candidatos de distintos partidos. El decidió irse del gobierno de Macri. La gente es la que va a votar y elegir”, respondió sobre Lousteau, a quien los macristas le vedaron la posibilidad de competir en las PASO dentro de Cambiemos.

La líder de la Coalición Cívica lo acompañó en la cruzada y afirmó que con Macri y Rodríguez Larreta son “el corazón de Cambiemos”. “Los que construimos Cambiemos y estuvimos en aquellas elecciones seguimos juntos, el resto no estaba con nosotros”, añadió Carrió en alusión a Lousteau.

Sin recordar que ella jugó en contra de Rodríguez Larreta hace dos años en las elecciones locales e hizo campaña a favor del economista alentando a los porteños a que  “donde vean un rulo pongan el voto, donde vean una pelada no”, Carrió defendió que no haya primarias en el oficialismo. “Todos los que van a integrar la lista, tanto del PRO, independientes y la Coalición Cívica, se llevan muy bien”, argumentó y señaló que la compulsa interna “no es necesaria” porque “no hay nada que discutir”.

Así como Macri, Carrió y Rodríguez Larreta, muchos otros funcionarios de Cambiemos salieron a la calle a hacer campaña. Bajo el hashtag “Cambiando juntos”, lo promocionaron en las redes sociales, herramienta fundamental del proselitismo PRO. El intendente de Santa Fe y presidente de la UCR, José Corral, se mostró en esa ciudad con el director del Sistema Nacional de Medios Públicos, Hernán Lombardi. Los ministros Germán Garavano, Guillermo Dietrich y Patricia Bullrich recorrieron partidos del conurbano, y su par Julio Martínez, hizo lo propio en La Rioja.