El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski (foto), despidió a 28 miembros del servicio secreto (el Servicio de Seguridad o SBU) por considerar que realizan su trabajo "de forma insatisfactoria". Zelenski se propone llevar adelante una "revisión en profundidad" del conjunto del servicio que se hará "desde distintos niveles y distintas perspectivas", según anunció en su último mensaje por video a los ciudadanos.

La expulsión de los 28 miembros del SBU le sigue al anuncio de la destitución de la fiscal general, Iryna Venediktova, y del jefe del Servicio de Seguridad, Ivan Bakanov, a los que cesó el pasado 17 de julio. Ambos despidos fueron ratificados por el Parlamento, ya que según la Constitución de Ucrania el presidente no tiene poderes para destituirlos.

La decisión de Zelenski representó la mayor remodelación de su gobierno desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero y afectó a dos personas muy ligadas a su carrera política. Al comunicar las destituciones, Zelenski informó que más de 60 empleados de la oficina del Fiscal y del Servicio de Seguridad de Ucrania permanecen en los territorios ocupados y "trabajan contra nuestro Estado".

El mandatario dijo además que se habían detectado conexiones entre fuerzas de seguridad ucranianas y los servicios especiales de Rusia, lo que "constituía un crimen contra los cimientos de la seguridad nacional". Zelenski aseguró que "se registraron 651 procesos penales por alta traición y colaboración entre empleados de fiscalías y otros organismos encargados de hacer cumplir la ley".

Venediktova, fiscal general desde marzo de 2020, fue criticada reiteradamente por su supuesta incapacidad para llevar adelante casos de alto perfil. Bakanov, amigo de la infancia y antiguo empleado de Zelenski, fue nombrado en agosto de 2019 jefe del SBU.