En Costa de Marfil, un legislador del partido oficialista presentó hace unos días un proyecto de ley para legalizar la poliginia, al sostener que la práctica sigue estando muy extendida en todas las regiones del país. 

La propuesta es resistida por grupos feministas y organizaciones de derechos humanos, quienes la consideran "un paso atrás" en la lucha contra la desigualdad de género. "Si quieren legalizarlo, asegurémonos de que las mujeres también puedan tener múltiples parejas" planteó Constance Yaï, exministra de Asuntos de la Mujer.

La poliginia -forma de matrimonio polígamo según el cual un hombre puede contraer matrimonio con más de una mujer- fue abolida en Costa de Marfil en 1964 por un nuevo Código Civil, si bien los matrimonios múltiples contraídos antes de esa fecha siguieron considerándose legales. 

En 2019, el país sumó una ley que estipula que "nadie puede contraer un nuevo matrimonio antes de que se disuelva el primero" y que solamente los funcionarios estatales tienen la autoridad para legalizar un matrimonio.

La iniciativa propuesta el pasado 30 de junio por el legislador costamarfileño Yacouba Sangaré, del partido gobernante The Rally of Houphouëtists for Democracy and Peace (RHDP), busca justamente enmendar esa ley de 2019 ya que, a su entender, esconde “una hipocresía generalizada” que no condice con lo que ocurre en la realidad, donde la sociedad sigue practicando la poligamia.

Según un estudio de 2019 realizado por el Centro de Investigación Pew, a pesar de que la poligamia ha disminuido en los últimos años, es una práctica que se sigue llevando a cabo en el África subsahariana, con una décima parte de la población viviendo en hogares polígamos

En Costa de Marfil, señala el mismo estudio, la cifra es ligeramente superior: el 12 por ciento de todos los hogares son polígamos, pese a la prohibición de 1964. Por eso, Sangaré sostiene que la legislación actual resulta ineficaz y que es necesario cambiarla.

La poligamia, argumenta el legislador, es un fenómeno anterior al colonialismo y ha sido parte del tejido de las sociedades subsaharianas durante siglos.

Actualmente “hay mujeres que están en relaciones polígamas de facto pero no pueden reclamar nada (cuando) la relación se disuelve”, advirtió el diputado al presentar el proyecto.

“No tienen seguridad, se encuentran solas, a veces con niños que criar solas. Por eso queremos acabar con esta hipocresía. Las parejas polígamas se pueden encontrar en todo el país, en todas las regiones, grupos étnicos, religiones y estratos sociales. Entonces, ¿por qué no tenerlos en cuenta y protegerlos?”, añadió.

Las críticas 

El proyecto de ley, informó el medio Al Jazeera, ha provocado fuertes reacciones de activistas de derechos humanos y de organizaciones feministas, quienes dicen que la poligamia crea una discriminación inherente contra las mujeres.

Según Constance Yaï, exministra de Asuntos de la Mujer y directora del grupo de defensa de la Asociación para la Defensa de los Derechos de la Mujer (AIDF), la medida del parlamentario es una provocación, un nuevo esfuerzo para alienar a las mujeres.

Durante una conferencia de prensa organizada por la Liga Marfileña por los Derechos de la Mujer el pasado 11 de julio, Yaï explicó que dar a los hombres la opción de casarse con más de una mujer va en contra de la Constitución que establece en su artículo 4 que “todos los marfileños nacen y permanecen libres e iguales ante la ley; nadie puede ser privilegiado o discriminado por su raza, etnia, clan, tribu o género”.

“La poligamia no es una respuesta apropiada a la infidelidad masculina o la falta de comunicación en las parejas”, dijo la activista. “Pero si quieren legalizarlo, asegurémonos de que las mujeres también puedan tener múltiples parejas. Veamos si la casa aprobará un proyecto de ley que cree la igualdad entre los sexos en el frente del matrimonio”, expresó.

Las críticas al proyecto también llegaron desde las redes sociales. “Todos los que practican la poligamia aquí son ilegales, ya que es adulterio disfrazado según la ley y adulterio tolerado por esposas legítimas”, publicó la popular bloguera Edith Brou. “Quieren legalizar la poligamia debido a la infidelidad masculina”, escribió otro usuario de Twitter.

Hasta el momento, no se ha realizado ninguna encuesta de opinión nacional para comprender mejor lo que los marfileños piensan sobre la poligamia y su lugar en la sociedad. Pero Desiree Okobée, experta legal en derecho de familia, cree que la mayoría de los marfileños se oponen a la legalización de la poligamia.  "Nuestra sociedad ha cambiado y evolucionado. La poligamia opcional no es el camino a seguir. Se debe poner el foco en educar a los niños y niñas desde pequeños para evitar estas prácticas”, señaló al respecto.

A pesar de la controversia que ha desatado su proyecto de ley, Sangare insiste en que las voces feministas no son representativas de la opinión pública. Para ser sometido a votación, el proyecto de ley todavía tiene que pasar por una serie de pasos: el proceso, altamente burocrático, podría demorar “entre cinco meses y cinco años”, anticipó Sangare. “Pero no tenemos prisa. Estas cosas siempre llevan tiempo”, añadió al respecto el diputado.

Derechos de las mujeres en Costa de Marfil 

En Costa de Marfil, los derechos de las mujeres y la protección legal de mujeres y niñas se han fortalecido en los últimos años. Sin embargo, las desigualdades prevalecen y un claro ejemplo de ello se da en el parlamento, donde solo el 12 por ciento de los miembros electos son mujeres.

Si bien se aprobó una ley sobre paridad en 2019, que obliga a los partidos políticos a incluir al menos un 30 por ciento de mujeres en su lista de candidatos, en la práctica ocurre otra cosa. 

El país también ha tenido problemas históricos para abordar de manera significativa la violencia de género, concretamente en los medios de comunicación. 

En agosto de 2021, un presentador de televisión fue declarado culpable de glorificar la violación y recibió una sentencia condicional de un año de prisión por pedirle a un violador convicto al que invitó a su programa que simulara una agresión sexual usando un maniquí.