El hombre gris cumple parcialmente con aquella promesa que hizo Netflix a raíz de los recortes generados luego de la pérdida de 200 mil suscriptores durante el primer trimestre y la consecuente caída de casi el 40 por ciento del valor de sus acciones: “Haremos menos producciones, pero más grandes y mejores”. Lo de “parcialmente” se debe a que la nueva película de los hermanos Anthony y Joe Russo (los mismos de Avengers) es grande, pero no necesiamente mejor: es, a lo sumo, un correcto y eficaz film de acción que recuerda a las sagas de James Bond, Misión: Imposible y Jason Bourne, con la idea de funcionar como puntapié para una saga basada en los libros de Mark Greaney, tal como reconocieron los directores durante a conferencia de prensa virtual que reunió a ellos con un elenco encabezado por figuras de la talla de Chris Evans, Ana de Armas, Ryan Gosling y Billy Bob Thorton. “Parte de nuestra motivación para reunir este elenco fue la esperanza de crear una especie de universo en el que querramos seguirlos a todos los personajes. Así que sí, con suerte habrá más historias que contar sobre este mundo”, dijeron.

Las referencias al bebedor de martinis agitados, no revueltos, a la criatura predilecta de Tom Cruise y al agente anmésico de Matt Damon no son casuales: “Bond tiene 60 años y Bourne, 20 años. Esta película está conectada de muchas maneras tanto con ellas como con algunos problemas que están sucediendo en el mundo en este mismo momento. El personaje central es existencial y bastante divertido, y encaja perfecto con nuestro sentido del humor”, contó Joe Russo. Ese personaje central se llama Courtney Gentry (Ryan Gosling) y el relato lo encuentra recibiendo la visita en la cárcel, donde paga una condena de varias décadas, de un tal Donald Fitzroy (Billy Bob Thornton), que le ofrece conmutar el castigo si trabaja como agente encubierto para operaciones “no oficiales”, convirtiéndose así en el “El hombre gris” del título.

Pero la verdadera identidad de Six (tal como lo rebuatizan para su nuevo trabajo) sale a la luz durante su enfrentamiento con el ex agente Lloyd Hansen, a cargo de Chris “Capitán América” Evans, de nuevo bajo el mando de los Russo tras las aventuras de Thor, Hulk, Iron Man y compañía. ¿Acaso en aquel set dieron las primeras puntadas de lo que sería El Hombre Gris? Anthony Russo respondió: “Es muy importante para nosotros trabajar el guion con el elenco. Queremos que los actores tengan la propiedad emocional de los personajes. Y todos aquí son grandes narradores, además de actores con una experiencia enorme. Alentamos a quienes trabajan con nosotros a que pongan sus ideas sobre la mesa, siempre estamos disponibles y abiertos para lo que pueda suceder en ese momento”.

El método de trabajo de los Russo satisfizo al elenco, especialmente a Gosling, para quien el proceso creativo fue “realmente genial”. “El primer día nos sentamos con todos los jefes de departamento, ellos pusieron el guion en una pantalla grande y empezamos a discutir cómo resolveríamos las distintas cuestiones. Eso hace que sea precioso, muy colaborativo, y te pone en sintonía como el resto porque sabés qué película estás haciendo. Y quedó claro que estábamos filmando una película como las que crecí amando en los años 80 y 90, que también tenían una especie de sentido del humor en sí mismas”, detalló.

Evans, por su parte, se refirió al villano que le tocó interpretar y aprovechó para tirarle una tonelada de flores a los directores: “Siempre es un poco más divertido hacer de malo porque tenés más libertad, pero trabajar con los Russo es lo que da esa sensación de confianza y libertad. Cuando confiás en los cineastas estás más dispuesto a correr riesgos, y ciertamente un personaje con tanto despliegue físico como éste exige riesgos. No sé si hubiera sido una experiencia tan gratificante sin ellos ni la sintonía que tenemos. Es cuestión de creer en el equipo, comprenderlo y comunicarse. Cuando filmás, podés perderte en una niebla semántica. El set está lleno de mentes que intentan tirar para el mismo lado, pero compartir la visión a veces puede ser complicado. Se trata de entender los puntos fuertes de cada uno, incluidos los míos. Eso genera familiaridad, que a su vez genera confianza y que el riesgo no se sienta como tal”.

Rodaje en Praga

El hombre gris requirió de un esfuerzo físico muy grande para Evans y Gosling. Reparten piñas y patadas de lo lindo, y casi que no hay un instante donde estén quietos. Es que, como mandatan los algoritmos, la película está hecha de un despliegue visual apabullante, algunos chistes y la posibilidad de pispear no menos de doce ciudades de Europa y Asia. La que se destaca dentro de ese world tour frenético es Praga, que alberga la secuencia de acción más recordable de todas, una que incluyó un ómnibus especialmente construido para la ocasión.

“Necesitábamos gran parte de la ciudad para lograrla. Esa secuencia comienza en una plaza importante y continúa con una persecución muy larga, por lo que fue muy compleja”, recordó Joe Russo. Y ejemplicó: “Hay un tranvía en el que se sube Ryan y el personaje de Ana lo persigue en un auto junto a otros mercenarios. Para eso usamos tranvías reales y construimos un ómnibus que parecía un tranvía, pero que funcionaba sobre ruedas porque necesitábamos que fuera más rápido de lo que podía ir o llevarlo por calles que no tenían vías. Fue un desafío enorme hacer esa secuencia a lo largo de lugares diferentes mientras alternábamos entre filmar con nuestro elenco principal y con los dobles de riesgo en las situaciones demasiado peligrosas”.