La ya tradicional Marcha del Apagón desde Calilegua a Libertador General San Martín fortaleció ayer su espíritu de memoria, verdad y justicia para levantar los ideales de los detenidos desaparecidos. 

La marcha reivindicó varios reclamos. Los sitios de la memoria no se tocan, por el Cabildo Histórico, ex centro clandestino de detención que fue derribado por el gobierno de Gerardo Morales; exigió juicio y castigo para el dueño del ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, corresponsable de los crímenes cometidos en la Noche del Apagón. También pidió el cierre de las causas judiciales abiertas en contra de organizaciones sociales que impulsa el brazo judicial del gobernador jujeño, denunció la infiltración ilegal de la policía a las organizaciones sociales con el fin de criminalizar y judicializar a referentes sociales, sindicales y políticos opositores.

La Noche del Apagón recuerda aquellos apagones que se iniciaron el 20 y siguieron hasta el 27 de julio de 1976 en Calilegua, El Talar, Libertador y otras localidades del departamento Ledesma. Los cortes de energía eléctrica eran la antesala de detenciones ilegales realizadas por integrantes de las fuerzas de seguridad usando vehículos y otros recursos de la empresa Ledesma. En el operativo secuestraron a 400 personas, entre trabajadores, abogados, dirigentes, estudiantes, docentes, y de los cuales 33 permanecen desaparecidos. Con los años se fueron sumando más nombres de desaparecidos de esta zona, porque habían sido secuestrados en otras provincias pero eran oriundos de Libertador.

Antes de salir de Calilegua, Dora de Weisz, ex presa política, esposa de Jorge Weisz, dirigente azucarero detenido desaparecido, expresó: "Recordamos a los compañeros detenidos desaparecidos la noche de los apagones. Venimos de diferentes puntos del país, acompañamos a la gente del lugar que tiene su duelo eterno como todos los que tenemos un desaparecido en la familia. Al no aparecer los cuerpos, el duelo no termina nunca. Es un esfuerzo que uno hace, para no dejar solos a los lugareños". 

"Esto no es un problema solo de Ledesma, Calilegua, ha sido un genocidio que vivió el país y nos atañe a todos, especialmente a nosotros, enseñar la historia, que esto no se repita nunca más. Seguimos peleando por una vida digna como aquellos compañeros que lucharon por techo, tierra, vivienda para todos y no para unos pocos”, agregó. 

Algunos de los organizadores expresaron que esta fue la más grande de las marchas que registra la memoria. La ruta nacional 34 fue copada por cientos y cientos de manifestantes que con banderas, carteles, bandas de música, murgas, acompañaron el trayecto. La movilización estuvo encabezada por los organismos históricos: Madres de Detenidos Desaparecidos del departamento Ledesma, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos de Jujuy, HIJOS Jujuy, Capoma Derechos Humanos, Familiares de Detenidos Desaparecidos de Salta,

La columna se fue integrando con manifestantes de organizaciones sociales, agrupaciones políticas y sindicales que también sumaron su pedido de cese de la criminalización de la protesta social que padecen actualmente en democracia.

La columna avanzó bajo el sol pidiendo que Carlos Blaquier sea juzgado por crímenes de lesa humanidad y dé cuenta de las atrocidades que realizaron en el operativo represivo más grande acometido en la provincia. Esta demanda es emblemática y en los seis juicios por actos de terrorismo estatal realizados en Jujuy se vienen reuniendo testimonios de sobrevivientes de los apagones que señalan al ingenio Ledesma como partícipe de la dictadura cívico militar y eclesiástica que se abatió sobre el país a partir del 24 de marzo de 1976 pero que venía preparándose desde mucho antes con acciones represivas sobre todo a las clases trabajadoras. 

Los manifestantes también recordaron la lucha de las madres y familiares, entre ellas Olga Marquez de Aredez, esposa de Luis Aredez, ex intendente de Libertador General San Martín, que aún está desaparecido y que intentó cobrar impuestos al ingenio Ledesma.

"Estoy contento de volver a ver a compañeros que por la pandemia no veía. Rescato esta multitud de gente reclamando una vida digna. Es una lucha y no hay que abandonar”, sostuvo Luis Aredez, hijo del médico desaparecido. Y agregó: “Es una sola lucha, lo importante es que no se bajen los brazos, y que se siga reclamando justicia. No solo para esos crímenes sino para lo que sucedió de aquel entonces hasta hoy. Me preocupa la situación institucional de Jujuy. La cantidad de causas que se han abierto contra compañeros que se organizan y los que están presos. La justicia no debiera ser un arma más en el juego político, preocupa que se la use para reprimir a opositores. Conversando con viejos radicales, el doctor Illia salía solo a un restaurante, qué quiero decir: gobernaba sin miedo. Eso es un ejemplo para los de hoy, sin reprimir”.

Muchos jóvenes se sumaron a la marcha, para que se haga justicia, expresaron. El colectivo de murgas "Viaje a Jujuy por la Memoria" viene participando año a año de estas manifestaciones para exigir juicio y castigo. Muria, integrante de esta murga, dijo que vinieron de Buenos Aires a reclamar "Memoria, verdad y justicia; apoyamos la marcha porque entendemos que la memoria debe estar viva. Exigimos que Blaquier sea juzgado por ser cómplice y responsable".

"Acompaño la Marcha del Apagón porque es una lucha simbólica que representa la identidad de nuestro pueblo de lucha por los ideales de los desaparecidos de la última dictadura cívico militar. En este contexto político que vivimos en Jujuy es necesario estar acá para reivindicar aquellos ideales que nos dejaron los desaparecidos por un país diferente con más derechos, más igualitario. Vinimos a plantar memoria y a decir a la derecha que no nos han vencido”, sostuvo por su parte Roberto Aragón, de radio Pueblo y la Biblioteca Niños Pájaros

Después de recorrer casi 5 kilómetros, se realizó el acto central en la plaza San Martín de Libertador General San Martín, donde hablaron referentes y sobrevivientes de los apagones, y recibieron la adhesión de diferentes organismos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la Secretaria de Derechos Humanos de Nación, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), entre otros.

La represión en la Normal 

La Escuela Normal de Libertador fue el lugar del reencuentro de ex compañeros y  compañeras y para recordar a los jóvenes alumnos que fueron desaparecidos por la dictadura cívico militar. En esa escuela se fueron congregando ayer todos los que llegaban a marchar. Ahí se solía realizar el acto central durante la mañana pero no se hace más desde que se inició el mandato del gobernador Morales.

Debido a que los directivos no habilitan el espacio escolar para el acto, los manifestantes se congregaron en la puerta para recordar, acto emotivo que concentró a los sobrevivientes, amigos, familiares de los 16 jóvenes estudiantes desaparecidos.

Este año, el Club Arrieta se había comprometido a recibir a la delegación de la murga de Buenos Aires, más de cien jóvenes que llegaron a marchar de Calilegua a Libertador, además de realizar actividades comunitarias, pero horas antes los directivos del Club retiraron su palabra por pedido de padres de niños que concurren a las prácticas de fútbol infantil, que no querían que la comisión directiva cediera las instalaciones argumentando que la marcha es contra el ingenio Ledesma y eso podría dejar a los niños fuera del torneo.