Luego de favorecer la aprobación del megacrédito de 57 mil millones del FMI a la Argentina como modo de apuntalar a la gestión de Mauricio Macri por parte de la administración de Donald Trump, el actual presidente del BID, Mauricio Claver Carone, traba el desembolso de 500 millones de dólares para el país, dispara un arsenal de críticas al actual gobierno y así presiona a la conducción del FMI para que apriete el torniquete.

"Para obtener ayuda del BID, la Argentina debe ayudarse a sí misma", se titula la columna publicada en el Wall Street Journal con la firma de Claver Carone. "El éxito de la Argentina es el éxito del BID, pero el tumultuoso historial financiero de Argentina afecta los costos del banco. El BID debe proteger su capacidad para ayudar de manera confiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos. Por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para la Argentina, no puede aprobar las solicitudes automáticamente sin garantizar que tenga un impacto en el desarrollo", indica el titular del Banco Interamericano de Desarrollo.

La presión

Como anticipó Página/12 días atrás, Mauricio Claver Carone traba el desembolso de 500 millones de dólares a la Argentina, cuya economía atraviesa una crisis cambiaria y las reservas del Banco Central exhiben mayor debilidad de la esperada a esta altura del año. Los fondos corresponden a créditos ya aprobados por el organismo para el primer semestre del presente año y la fecha máxima de ejecución estaba pautada para el 30 de junio.

Esa negativa de Claver Carone ahora se completa con una columna de opinión con fuerte contenido político que aparece justo cuando la ministra de Economía, Silvina Batakis, se encuentra en Washington para mantener reuniones con el FMI, el gobierno norteamericano e inversores. Desde el Gobierno, la postura del jefe del BID es leída como una línea de operación desde el establishment norteamericano para que el FMI incremente la presión sobre el país para la adopción de reformas junto a la devaluación de la moneda, lo cual terminaría por debilitar a la administración de Fernández. 

"El BID está deseando que Argentina cumpla los compromisos con el FMI para mejorar las condiciones macroeconómicas. Esos compromisos, mucho más modestos que los exigidos a otros países, son clave para promover un crecimiento sostenible y garantizar que el BID pueda ofrecer financiamiento fresco a la Argentina", dice el artículo. "A diferencia del FMI, cuyo mandato incluye el apoyo a las necesidades de liquidez de los países en crisis, la función principal del BID es promover el impacto del desarrollo a través de préstamos para proyectos específicos y asistencia técnica", agrega, y recuerda que desde 2020 el BID desembolsó desde 2500 millones de dólares para mejora de la infraestructura del país.

El jefe del BID hasta menciona la situación del avión iraní varado en Ezeiza y dice que "corresponde a las instituciones multilaterales adoptar las normas más estrictas de integridad y transparencia financiera y ayudar a sus países miembros a hacerlo también".

Claver Carone fue elegido titular del BID en septiembre de 2020 por el plazo de cinco años debido a la presión que ejerció Estados Unidos. Históricamente ese puesto era para un postulante de América Latina y el Caribe, ya que la función principal del BID es financiar el desarrollo en la región. De hecho, Gustavo Béliz iba a competir por el cargo, pero el Gobierno retiró la postulación cuando quedó claro que no había forma de vencer al hombre que había lanzado Donald Trump.

En la última cumbre de las Américas que tuvo lugar en Los Angeles, el presidente Alberto Fernández cuestionó públicamente al titular del BID: "Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas”, dijo.

Alfil de Trump

Antes de su participación en el BID, Claver Carone era el representante de Estados Unidos en el board del Fondo cuando se aprobó el crédito que recibió la administración de Mauricio Macri. Cuando Claver Carone presentó su candidatura a la dirección del BID, reconoció abiertamente que el gobierno de Trump tuvo una incidencia decisiva para que el FMI aprobara el megacrédito a la Argentina.

"Yo estaba en el Fondo Monetario, y el programa más grande en la historia del Fondo Monetario lo ocupamos para la Argentina. Que se haya mal manejado el programa, que no se haya ejecutado bien por parte de Argentina, y les haya costado la elección, es una cuestión. Yo tenía a los europeos enfrente de mí, cuando quisimos impulsar e impulsamos el programa. Fueron los europeos que estaban peleados contra nosotros, porque no querían ayudar a la Argentina, porque no les interesaba el Hemisferio Occidental", dijo Claver Carone para chapear de su peso político a la hora de presentarse para la presidencia del BID, dejando en claro la importancia que tenía para el gobierno de Trump el apoyo a Macri.

Ahora, en un giro casi cómico, si no fuera porque la estabilidad de la economía nacional está en juego, Claver Carone retacea 500 millones, que ya están aprobados, apelando a la imposibilidad técnica del BID de brindar fondeo a la Argentina.