El 1 de abril de 2015, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se mudó a Parque Patricios. Los funcionarios ocuparon el edificio que había hecho el Banco Ciudad para su casa central. El entonces mandatario porteño Mauricio Macri decidió utilizarlo luego de que la violenta represión en el Borda terminara con su idea de construir allí el centro cívico. El proyecto, que insumió más de 400 millones de pesos, estuvo a cargo de la constructora Criba, a la que Macri agradeció en varios tramos del discurso realizado aquel día. Fundada en 1952, la firma de la familia Tarasido está especializada en grandes obras civiles como la sede corporativa de YPF y el proyecto Alvear Tower en Puerto Madero (ver nota principal). 

En 2013, los dueños de la constructora realizaron en España un diagnóstico sobre el desempeño de su actividad en Argentina. “El sector de la construcción ha vivido un período de casi 10 años de continuo crecimiento, solamente interrumpido por la crisis financiera global de finales del 2008”, expresaron los empresarios al advertir que “se está viviendo un proceso de alta inflación que afecta la productividad y las reglas de juego más estables, imprescindibles para un negocio que es, por definición, de largo plazo”. En esa enumeración los Tarasido destacaban el crecimiento de Criba a pesar de “los altos costes laborales derivados de una importante tensión sindical”. 

Los dueños de la compañía donaron 832.000 pesos para la última campaña de Macri. Lo hicieron a nombre propio, ya que la legislación prohíbe a las empresas contratistas realizar aportes. A lo largo de los últimos años la empresa se vio favorecida con distintas obras en la Ciudad de Buenos Aires. La más relevante es la del centro de convenciones en Recoleta para 5 mil personas que fue licitada por Macri. La oferta de los Tarasido, que fue aceptada por el Gobierno porteño, ascendió a 313 millones de dólares, 60 millones más que el monto presupuestado. Además de ese proyecto, la firma ganó licitaciones y fue beneficiada con contrataciones directas para obras en escuelas públicas porteñas. La compañía también tiene a cargo la construcción de dos módulos habitacionales en la Villa Olímpica en la Comuna 8 que serán utilizados durante los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018. 

Criba es una jugadora de peso en el sector de la construcción. Edificios residenciales, oficinas, centros comerciales, plantas industriales, colegios y centros educativos, hospitales, centros de salud, hoteles, centros culturales y deportivos, barrios de vivienda y obras de infraestructura son algunos de los rubros en los que participó. El shopping Distrito los Arcos, la remodelación de la Estación de Trenes de Retiro, el edificio municipal de Tres de Febrero, la Plaza Vaticano y los alrededores del Teatro Colón, el Polo Educativo Saavedra y el Estacionamiento Plaza Emilio Mitre figuran entre los últimos emprendimientos realizados por la compañía.