Terminada la semana de audiencias en el caso García Belsunce, el saldo sigue siendo muy negativo para Nicolás Pachelo, el vecino acusado por el asesinato de María Marta. Pachelo veía que el proceso venía siendo desfavorable por lo que salió a hablar en la audiencia del jueves, aunque no aceptó preguntas. Sin embargo, terminó golpeado. Su eje fue que no tenía ningún conflicto con Carlos Carrascosa y María Marta, pero pocos minutos antes, el criador de perros Florindo Cometto confirmó que Pachelo le entregó el perro Tom que le había secuestrado a Carrascosa y María Marta y por el que pedía 5.000 dólares de rescate. También Pachelo la emprendió contra Mariano Maggi que, a raíz de un conflicto por cheques, mencionó la frase del vecino: “Si tuve huevos para matar a mi viejo, sabés lo que puedo hacer con vos”. El vecino sostuvo que firmó los cheques delante de Maggi por lo que no había estafa ni maniobra, pero en un audio que en la misma audiencia difundieron los fiscales, se escucha decir a Pachelo: “yo no firmé ninguno de los cheques. Quiero una prueba caligráfica”. O sea, quedó al descubierto una mentira y eso impactó fuerte en quienes estaban presentes, incluyendo los magistrados. 

El vecino aprovechó el fuerte conflicto con Maggi, dueño de una concesionaria de autos, para deslindar responsabilidad respecto de la muerte de su padre, Roberto Pachelo. “Vino la policía, se hicieron las pericias, se comprobó que era un suicidio, no como hizo la familia García Belsunce”. La pareja de Roberto Pachelo, Jacky Barbará, sigue acusando hasta hoy a Nicolás por el homicidio de su padre: dice que las pericias no se pudieron hacer del todo porque desapareció el colchón en el que estaba acostado Roberto, se robaron las llaves de la caja de seguridad y además cheques y acciones que aparecieron en poder de Nicolás. El tema aparecerá otra vez en el juicio.

El resumen de la semana que terminó es que está acreditado que Pachelo robaba, en especial los domingos entre las 17.30 y las 19.30, horario del cambio de guardia en El Carmel. También se comprobó que era muy violento. Un jefe policial, Cristian Magnoli, reiteró este jueves que Pachelo era el máximo sospechoso, pero en su declaración fue más allá: “para nosotros, en ese momento, el autor fue él”. También ratificó que el fiscal Molina Pico no quería saber nada con esa hipótesis y los apartó de la investigación.

Para Magnoli el elemento central de la imputación contra Pachelo es que el vecino robaba y que en un caso, el de la familia Augé, entró armado. Nicolás era amigo de Gastón Augé y en una de las visitas al departamento de este último, robó las llaves de un tablero. Con esas llaves ingresó encapuchado a la vivienda y estaba la madre de Gastón, Marta María. La amenazó con un arma, robó y la encerró en un baño. Pachelo confesó que había sido él, aunque dijo que no fue él personalmente, sino que mandó “a dos tipos de Pilar”. Según consigna el libro Perdón María Marta, de Pablo Duggan, en esa causa Pachelo se declaró culpable por robo agravado por la utilización de llave previamente sustraída, en calidad de partícipe necesario. Acordó con el fiscal un juicio abreviado.

El mayor problema que enfrentan los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González es que necesitan evidencias de un vínculo directo de Pachelo con el crimen. Tienen al vecino trotando cerca de María Marta a la hora del crimen, pero tal vez necesiten algo más. Hay rumores de que los fiscales tienen varias escuchas, ordenadas por el juez de aquel momento, que podrían ser reveladoras.

Todavía falta mucho camino por recorrer, unos dos meses de juicio. Las audiencias continuarán el lunes, miércoles y viernes que viene. Es posible que sea la hora de uno de los testigos más esperados: Carlos Carrascosa.