Sergio Massa decidió un esquema de toma de decisiones en Economía centrado en su figura y una serie de dirigentes y asesores satélite que se mueven retomando lo que el ministro inicia en las agendas. Una especie de mesa chica de relación con el Círculo Rojo que, además, lo asesora directamente en temas económicos. 

Según confiaron fuentes cercanas a Massa a Página I12, hay al menos 6 personas de su extrema confianza, entre ellos el secretario de Producción, José Ignacio De Mendiguren, el titular de Aduanas, Guillermo Michel y Leonardo Madcur, el sanjuanino que es el jefe de asesores de Hacienda y fue hombre del riñón de Roberto Lavagna. Los tres tienen muy aceitado el nexo empresario y conocen sus límites y flancos débiles en una gestión que tendrá un contacto con los privados de diálogo pero dureza ante comportamientos irregulares, lo que ya se empezó a ver con las firmas de importaciones dudosas. 

En un segundo anillo aparecen el jefe del INDEC, Marco Lavagna, que participó ayer de la primera reunión del gabinete; Lisandro Cleri, el ex FGS que ahora es vice del Banco Central (BCRA); Daniel Marx, asesor en temas de deuda y el tucumano Jorge Neme. Hoy otro cuadro muy importante en la visión técnica de Massa que es Miguel Peirano, ex ministro de Economía y actual titular del Banco de Tierra del Fuego. Hablan casi a diario con Massa, que lo quiso de viceministro. Otra de las "outsiders" con las que charla seguido es con Marina Dal Pogetto, una economista que maneja la consultora Eco Go. 

En paralelo, cuentan que Massa busca sostener el esquema de interconsulta con externos, para poner la cabeza, de vez en cuando, en miradas que no están en la vorágine diaria. El primer capítulo de ese método fue hoy, cuando desayunó a primera en un hotel céntrico con economistas que no están en la función pública. 

El "panquecazo" de los ceos

"Nos gustó mucho la frase donde dijo que esta es la última oportunidad para Argentina". Esas palabras salieron de boca de un alto ejecutivo que presenció la asunción de Massa. No es la única expresión que denota un cambio curioso en el poder económico. Hubo otros dos episodios: uno, en el que Paolo Rocca, ceo de Techint, dijo en una charla privada que Cambiemos no está preparado para gobernar en el 2023. El otro, una fuerte crítica a ex funcionarios de Juntos y al propio Macri, de parte de un ceo de peso en una de las entidades que se agrupan en el G6.

Esta especie de amor de verano con Massa ocurre, según ya cuentan los propios empresarios, por dos razones: la primera es que el Gobierno estaba en un proceso de debilidad peligroso antes de estos cambios; el segundo, y que ahora empieza a salir a la luz, los empresarios dudan seriamente la capacidad del macrismo de capear un 2024 que, aún en un contexto mejorado, será una parada dificil. Massa, aún con sus idas y vueltas, supo crearse una burguesía afín. Mucho antes de eso, ya lo habían hecho Néstor y Cristina Kirchner, recreando una burguesía nacional sujetada a los modelos de crecimiento. Todo eso se desintegró con el macrismo, que terminó absorbido por el poder que manda en Argentina de una manera pocas veces vista en años anteriores.

El síntoma de este renacer de los ceos y Massa es, por momentos, bizarro. Un constructor muy conocido dijo a este diario que "Sergio, que es evidente tiene el aval de Cristina y el Presidente, llegó a resolver problemas de la política desde la política". Una clara alusión a esta idea de que el rechazo a la política convencional había potenciado a los ultras fuera de los partidos.

En este escenario, la responsabilidad mayor que tendrá Massa es administrar las emociones de quienes ya demostraron saber traicionar. Hay un dato relevante: la fusión de Comercio Interior con Exterior es un eje central y de alta relevancia política. Matías Tombolini, un economista de alto perfil que fue titular de ARSAT y el Banco Nación, tiene en sus manos un poder clave, la posibilidad de manejar por primera vez en mucho tiempo el flujo de importaciones en relación a los precios del mercado interno. Es decir, buena parte de los intereses y presiones del establishment.