La imagen que había dejado Boca en Entre Ríos la semana pasada fue preocupante, y la necesidad que tenía el plantel era reaccionar desde lo actitudinal frente a Platense. Las primeras expresiones llegaron desde afuera de la cancha, cuando el público pidió más esfuerzo antes de que se inicie el partido.

El joven Sández fue el que entendió mejor ese mensaje, y no tuvo problema en tirarse al piso y ofrecer vehemencia en sus intervenciones. Precisamente, él fue uno de los que no había sido titular ante Patronato. El local estaba obligado por la circunstancia y se paró decidido en el campo rival. Con Romero y Fernández construyendo en ofensiva, se fue acercando hacia el arco de Ledesma. 

El paraguayo estaba muy activo y cuando pudo rematar al arco no dudó. En una jugada detenida se encargó de ejecutarla, y convirtió el gol ubicando la pelota en el ángulo. 

Platense no modificó su postura a pesar de estar en desventaja, y especulaba con algún error de su adversario para aprovecharlo. El más adelantado de los visitantes era Zárate, mientras el resto de sus compañeros se paraban lejos de él.

Boca buscó mejorar en el aspecto defensivo, luego de los tres goles que había recibido. Roncaglia, a diferencia de la última presentación, jugó de primer marcador central, y Zambrano a su izquierda. La coordinación entre ellos fue mejor, y controlaron con acierto los tibios intentos de Platense.

La euforia aumentó cuando Romero convirtió el segundo gol de cabeza, al final del primer tiempo, después de una gran jugada personal de Villa. Los hinchas estaban exultantes por lo que exhibía el equipo, principalmente desde la entrega y el carácter.

El suspenso llegó en el comienzo de la segunda parte, cuando Morgantini pudo descontar con un toque de derecha, después de capturar un rebote en el área chica. Boca se descuidó en la marca nuevamente y lo pagó con un gol en contra.

La incertidumbre provocó que se escucharan algunos cuestionamientos para Ramírez, cada vez que el volante tomaba una decisión equivocada. De todas maneras, el conjunto local no renunció a atacar, y si bien no tenía la claridad del principio, se mantenía cerca del área de Platense.

La victoria se concretó finalmente, y los tres puntos lo dejan a siete unidades de la cima. Lo principal, más allá de los números, es que Boca tuvo una jornada sin tantas turbulencias, y ahora espera más tranquilo la definición por el pase de Edinson Cavani.