¿Cómo construir pensamiento proyectual en la arquitectura, con las prácticas que desarrollamos en nuestra labor como arquitectos? Este interrogante de nuestra vida profesional, está presente cuando en el rol de docentes universitarios en un taller de arquitectura, proponemos a los estudiantes recorrer un camino en su formación como futuros arquitectos y arquitectas. 

El desafío de enfrentar una obra, nos tiene que obligar no sólo a quedarnos con el hecho de cómo hacerla, sino qué queremos decir con ella, ya que la arquitectura es producto de nuestra cultura.

El tiempo que llevamos como docentes en la conformación de una cátedra de Taller de Proyectos, en el marco de una carrera de Arquitectura reciente en la Universidad Nacional de Catamarca, nos permite reflexionar sobre la necesidad de motivar el debate de las posibilidades que se presentan para la formación de los futuros colegas.

El desafío es incentivarlos, “en el hacer”, sobre la necesidad de una construcción colectiva y crítica del pensamiento proyectual, con la base sólida de un marco teórico, que le dé sentido a la Arquitectura. En un taller de arquitectura, como en una obra arquitectónica que se erige, el docente se constituye en un andamio que ayuda al estudiante en su autoconstrucción intelectual; éste, en última instancia, es quien debe aprender a tomar sus propias decisiones.

En la experiencia como arquitectos y docentes universitarios, podemos decir que en las cátedras de Taller tenemos en cuenta el reconocimiento de la realidad donde actuamos para afrontar integralmente el problema del diseño arquitectónico. 

Frente a la diversidad de miradas que existen en el mundo académico contemporáneo sobre la formación del arquitecto, en Catamarca tratamos de considerar al Territorio como una totalidad, en el paradigma del “ecosistema urbano”, mencionado entre otros por Salvador Rueda. Es imposible analizar una parte sin tener en cuenta que forma parte de un todo.

En la experimentación del Taller, donde el estudiante “aprende haciendo”, se plantean ejercicios de simulación tendientes a la adquisición de estrategias proyectuales para afrontar el problema de diseño arquitectónico. En el proceso se construye pensamiento en la realidad del contexto que nos toca actuar, como en el ejercicio de la profesión misma. 

Para que lo pueda entender un lego en la materia, los pasos que se siguen son: el análisis de la realidad; la formulación de las pautas de diseño para llegar a la generación de una idea arquitectónica; y la resolución del proyecto entendido como síntesis. Sin embargo, hay que decirlo, que, al ser un proceso creativo, no es lineal.

En el hacer arquitectónico está presente en el diseñador la interpretación de los fines que persigue como ordenadores de la relación del hombre con el ambiente; y de los medios como herramientas para la materialización de los fines propuestos. El estudiante a lo largo de su formación aprende a articular e integrar los saberes que les brindan las otras áreas de conocimiento de la carrera; por lo tanto, en el hacer del proyecto, se constituye la síntesis del proceso.

¿Cómo es la realidad en la que diseñamos? ¿Es el lugar el que hace a la obra o es la obra la que hace al lugar? ¿Qué papel juegan en el diseñador los fines y los medios del hacer arquitectónico? Estos interrogantes, se contemplan en nuestra construcción teórica a lo largo del proceso del Taller, aferrándonos al proyecto como una herramienta mediadora para pensarlo, entre estudiantes y docentes.

El objeto arquitectónico a diseñar debería tener la capacidad de regular la relación ambiente/hombre, entendiendo siempre al entorno que está ahí, como condicionante del objeto arquitectónico y, a su vez, modificado. Por lo tanto, está claro que existe una totalidad inseparable entre el objeto arquitectónico y el entorno (tanto natural como cultural), entendidos en esa realidad, al momento de pensar las soluciones.

En las últimas décadas, ante el crecimiento poblacional del Gran Aglomerado Urbano de Catamarca y la necesidad de la construcción de barrios y equipamientos. En la gestión se descuida la presencia de los accidentes geográficos, interviniendo en el cauce mismo de arroyos secos, como en la ciudad de Catamarca; se avanza sobre las áreas rurales, como en Fray Mamerto Esquiú; se cierran acequias y se talan árboles, como en Valle Viejo

Pues bien, estos problemas, sirven, por ejemplo, como disparadores para pensar en los talleres de arquitectura locales, con una mirada universal, “cómo habitar el Territorio”, considerando las principales recomendaciones para el desarrollo sostenible de las ciudades, provenientes de agendas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Nueva Agenda Urbana.

Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el abordaje del problema del Hábitat. A lo largo del proceso de trabajo del Taller de Arquitectura vemos prioritaria la construcción colectiva crítica de un marco teórico para proponer soluciones, que respondan a la serie de interrogantes a resolver en el contexto que nos toca actuar. La premisa es pensar las posibles soluciones en el Territorio para el acceso a la vivienda considerando el paradigma de lo colectivo, el equipamiento necesario en sus diversas complejidades según las escalas y los espacios públicos abiertos como un sistema a escala urbana; todo esto bajo el soporte que contempla a la ciudad como ecosistema.

Escribir en este espacio sobre qué y cómo entendemos a la formación de arquitectos y arquitectas, nos permite afirmar, que nuestra aspiración como docentes, es que el Taller de Arquitectura sea el ámbito para que el estudiante produzca “la integración de los campos del conocimiento”. Por eso es importante que, “en el hacer”, usando la dialéctica, el estudiante explique su proyecto en cada crítica, ya que al “escucharnos” comenzamos a construir el camino para los sujetos que nos conduzcan a una revolución de pensamiento, a un cambio de paradigma. Por supuesto, ¡con emoción! Porque sin ésta no hay arquitectura; ya que la iniciativa, el debate, la autocrítica y la sensibilidad social, entre otros, constituyen valores fundamentales que propiciamos en el Taller para la emancipación del estudiante.

*Arquitecto