El Senado estadounidense logró aprobar este domingo el ambicioso plan climático, sanitario y fiscal de los demócratas, que contempla inversiones de miles de millones de dólares en energía limpia en los próximos diez años, en una votación en la que hicieron falta todos los votos progresistas de la Cámara Alta más el de desempate de su presidenta, la vicepresidenta del país, Kamala Harris. La votación representa una gran victoria para el presidente Joe Biden y su partido, a menos de cien días de las elecciones legislativas de noviembre. 

La Ley de Reducción de la Inflación, nombre oficial del proyecto, salió adelante a pesar de la aprobación de una de las últimas enmiendas republicanas, dirigida a limitar la recaudación de un impuesto mínimo del 15 por ciento a las compañías que ganan más de mil millones de dólares, gracias al apoyo de la senadora demócrata díscola Kyrsten Sinema, lo que hizo temer por el futuro del acuerdo.

Unidad demócrata

A pesar de la complicada tramitación, el grupo parlamentario logró mantenerse unido y votó al unísono a favor del plan. El proyecto requería el voto afirmativo de todos los representantes demócratas para salir adelante, ya que todos los republicanos estaban en contra. Actualmente, el Senado se encuentra dividido 50-50 entre demócratas y republicanos, aunque los demócratas tienen el voto de desempate de la vicepresidenta estadounidense, quien ejerce de presidenta de la cámara.

La Ley de Reducción de la Inflación contempla más de 400 mil millones de dólares en nuevas inversiones, casi todas centradas en dar un impulso a la industria de la energía verde en el país y a reducir las emisiones de gases contaminantes. Supondría la mayor inversión pública contra el cambio climático en la historia de Estados Unidos.

El texto también prevé 64 mil millones de dólares de inversión en salud y la reducción paulatina del precio de ciertos medicamentos. Pero los demócratas tuvieron que abandonar sus ambiciones de guarderías y universidades públicas gratuitas y una mejor atención a los ancianos. 

El proyecto deberá pasar ahora por la Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen una amplia mayoría, antes de aprobarse definitivamente.