Un reloj que se cree perteneció al Adolf Hitler se vendió por $1,1 millones en una subasta en los Estados Unidos, y desde casa de subastas indicaron que el comprador fue un comerciante judío europeo, aunque no dieron a conocer su identidad. Desde distintas asociaciones judías habían condenado fuertemente la subasta.

El remate fue organizado por la reconocida casa de subastas Alexander Historical Auctions LLC, con sede en Maryland, y la descripción de venta del artículo señalaron que se trataba de un reloj que perteneció a un soldado francés, que se apoderó del mismo como 'botín de guerra' el viernes 4 de mayo de 1945, cuando su unidad se convirtió en la primera fuerza aliada en llegar al escondite de Hitler en Berchtesgaden.

En el catálogo, que tiene detalles técnicos del reloj, aclararon que si bien no pueden proporcionar pruebas de que Hitler realmente lo usó, la pieza fue "investigada por algunos de los relojeros y militares más experimentados y respetados del mundo, todos los cuales han llegado a la conclusión de que es auténtico y de hecho pertenecía a Adolf Hitler". Y que posiblemente fue un regalo de cumpleaños en 1933.

Sin embargo, los documentos indican que no pueden proporcionar pruebas de que Hitler realmente usó el reloj. Pero una tasación de un especialista independiente concluyó que "con toda probabilidad" le pertenecía.

La subasta también incluyó la venta de otros artículos que despertaron fuertes críticas, como un vestido de la esposa de Hitler, Eva Braun, y fotos con la firma de funcionarios nazis. 

Fuerte repudio a la venta

Desde distintas asociaciones judías condenaron públicamente la subasta, y habían solicitado en una carta que se retiraran los artículos nazis. Además, argumentaron que su objetivo era "preservar la historia" y que la mayoría de los artículos vendidos se mantienen en colecciones privadas o se donan a museos del Holocausto.

“Si bien es obvio que las lecciones de la historia deben aprenderse, y los artefactos nazis legítimos pertenecen a museos o lugares de educación superior, los artículos que vende claramente no”, sostuvo el rabino Menachem Margolin, presidente de la Asociación Judía Europea, en referencia a la subasta de la casa estadounidense.

Hablando con la prensa alemana antes de la venta, Alexander Historical Auctions dijo que su objetivo era preservar la historia y que la mayoría de los artículos vendidos se mantienen en colecciones privadas o se donan a museos del Holocausto.

"Ya sea una historia buena o mala, debe preservarse", dijo por su parte la vicepresidenta de la casa de subasta, Mindy Greenstein. "Si destruyes la historia, no hay pruebas de que haya sucedido".