Con un importante vallado y estrictas medidas de seguridad, el presidente Mauricio Macri encabezó ayer el acto por el Día de la Bandera en Rosario. La ceremonia oficial, que incluyó mensajes del presidente, el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein, la mayor parte destinados a resaltar la figura de Manuel Belgrano, fue breve y con poca gente, la mayoría funcionarios y legisladores. Por primera vez desde el retorno a la democracia, no se realizó el desfile cívico, lo que generó mucho malestar en las autoridades locales y también entre los ex combatientes de Malvinas, quienes se retiraron del acto una vez que terminaron de entonar el Himno Nacional. No fueron los únicos descontentos con la presencia del mandatario nacional. Integrantes de la Multisectorial contra los Tarifazos, que el año pasado fueron reprimidos por la Gendarmería cuando intentaron acercarse al Monumento Nacional a la Bandera, se concentraron a unas pocas cuadras del lugar para reclamar por las políticas económicas del gobierno nacional, aunque en esta oportunidad no se produjeron incidentes.

Macri, acompañado por su esposa Juliana Awada; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el ministro de Defensa, Julián Martínez; llegó a Rosario para encabezar los actos por el Día de la Bandera. Cinco kilómetros de vallado y un importante número de fuerzas de seguridad le dieron, por segundo año consecutivo, una nueva impronta a las celebraciones.

No sólo por la decisión del gobierno nacional de realizarlo sin la participación de los ciudadanos, situación que volvió a motivar las críticas de las autoridades locales. Ayer, antes de la ceremonia en el mástil del Monumento Nacional a la Bandera, tanto el presidente como el gobernador y la intendenta fueron acompañados por sus cónyuges.

Si bien se esperaba que los mandatarios socialistas hicieran alguna referencia en sus discursos a los temas que tensaron la relación con Macri; en el caso de la provincia el reclamo por la deuda de la coparticipación, y el municipio porque el bloque de concejales macristas hizo caer un proyecto de endeudamiento internacional para realizar obras, Fein y Lifschitz se ajustaron al protocolo, aunque aprovecharon para plantear algunas críticas por elevación.

 

Sebastián Granata
Los discursos fueron breves, pero cada uno deslizó lo que quería expresar en la ocasión más allá de la conmemoración.

 

La intendenta dijo que va a "seguir defendiendo el crecimiento de Rosario". Además, indicó que el Monumento, que está en plena etapa de obras, es "el símbolo de la Argentina que queremos, es un gran barco, donde todos estén adentro y que nadie quede afuera". Más tarde, en declaraciones a la prensa, la mandataria reforzó algunos conceptos (ver aparte).

A su turno, el gobernador señaló: "Aspiramos a que Santa Fe en este nuevo tiempo siga siendo protagonista junto al resto de las provincias en un país que debe ser profundamente federal. A veces pensamos que si a la Nación le va bien, eso derrama en las provincias y a las provincias también les irá bien. También podemos pensarlo a la inversa: que si a todas las provincias les va bien, a la Nación le va bien. En definitiva es cierto que nos necesitamos unos a otros".

Macri dijo que el creador de la Bandera "siempre fue un incansable trabajador por el futuro de nuestra Nación. Innovador, emprendedor, una persona que reunía muchísimas cualidades. Siempre fue un adelantado". En un discurso de sólo 6 minutos, Macri enlazó la historia de Belgrano con su slogan de campaña, y dijo que el creador de la Bandera nunca dejó de hacer, con el lema de "sí, se puede", el mismo que hoy levanta su gobierno.

Con ese nexo, el Presidente se refirió a su gestión: "Estamos haciendo lo que había que hacer. El país ha comenzado a crecer. Hemos recuperado los puestos de trabajo que habíamos perdido en los últimos años: Hemos puesto en marcha el plan de infraestructura más grande de la historia que comienzan y terminan en las fechas establecidas y después de más de 20 años hemos recuperado el crédito para que la gente pueda comprar su primera casa con créditos a 30 años. Hemos bajado la inflación que es la más baja desde 2009".

Como el acto era realmente escuálido de público -hecho de espaldas al Patio Cívico del Monumento, al lado del mástil, con invitados especiales y algunos niños y niñas que llevaban la bandera‑ la alocución del Presidente fue acompañada por algunos tibios aplausos y un par de gritos. La madre de una de las abanderadas presente le gritó "cien años", en relación a la emisión de bonos con ese plazo. Otra mamá alcanzó a decir "mentiroso". Las dos se vieron rápidamente rodeadas de gendarmes.

"También sabemos que falta mucho, que hay mucha gente que no percibe las mejoras pero les digo a ellos y a todos los argentinos, estos resultados positivos que ya hemos conseguido tienen que renovarnos en la esperanza para trabajar juntos que es como vamos a lograr ese país grande y pujante que Belgrano soñó", agregó Macri.

Entre los pocos vecinos que pudieron ingresar, pero a varios metros del lugar donde se realizó el acto, se escucharon aplausos y silbidos. "Fuera" y "más trabajo", gritaron algunos. Otros pudieron desplegar algunas banderas: "Macri, devolvenos la dignidad", rezaba una de ellas. En un momento, una suelta de globos elevó una bandera pidiendo por la liberación de Milagro Sala.

Tras el discurso del presidente, la comitiva nacional se retiró del Monumento -fueron hacia 24 de setiembre al 3500 a visitar a una familia que tiene un negocio de encomiendas‑ y fue entonces que algunos funcionarios, legisladores y precandidatos locales realizaron declaraciones. La concejala Norma López (FpV), dijo que Macri "habló de otro país, que bajó la inflación y recuperó empleo, dos situaciones que no han ocurrido desde que es Presidente. Aparte, habló para un grupo selecto, porque esto sigue siendo un acto VIP. Se habló de mucha historia, pero no se pudo hablar del país real".