Un año después de que Aldo Javier Núñez fuera detenido en Tolhuin, Tierra del Fuego, por el femicidio de su ex pareja, Nilda Núñez, embarazada y madre de dos hijos pequeños, el Tribunal Oral en lo Criminal de Río Grande lo condenó a perpetua por “homicidio doblemente agravado” por estar vinculado como su ex cónyuge y por producirse en un contexto de violencia de género. En el caso, la policía, la investigación y el juicio actuaron velozmente. Después de asesinada, porque Aldo Núñez había violado la restricción de acercamiento en dos oportunidades y no se la habían renovado por “buen comportamiento”.

Nilda Núñez, de 25 años, vivía con sus dos hijos de 3 y 5 en una casa situada en Pedro Oliva 947 de Tolhuin, donde fue vista con vida por última vez el 20 de junio de 2016. 

Una amiga suya denunció la desaparición y el 2 de julio del mismo año los investigadores allanaron la vivienda y encontraron la pierna izquierda seccionada de la mujer debajo de la cama de su ex pareja, de quien se había separado unos tres meses antes.

Al continuar con los rastrillajes, el resto del cuerpo de la víctima fue encontrado en bolsas y una valija en ocultos entre unos arbustos en un turbal del barrio Los Naranjos, cercano a la vivienda de la mujer.

En tanto, la ex pareja de la víctima quedó detenida el mismo día del hallazgo luego de dar versiones contradictorias sobre qué hacía él en la casa de la mujer en momentos en que ésta se encontraba supuestamente desaparecida.

El juicio comenzó el 29 de mayo pasado, ante los jueces Juan José Varela, Daniel Borrone y Eduardo López. Como fiscal del juicio participó Eduardo Tepedino; Matías Pérez Iglesias y Carlos Fonrouge actuaron como abogados querellantes en representación de la familia de la víctima, y como defensor oficial, Gustavo Ariznavarreta. En el alegato del fiscal como de los querellantes se hizo hincapié en el pedido de perpetua. Las pruebas fueron contundentes. En el alegato de Ariznavarreta se produjo un hecho inédito: sostuvo “no tener elementos técnicos” que le permitan defender a Aldo Núñez y agregó que Núñez se mantuvo en silencio y no le brindó elementos para defenderlo en ningún momento. Los jueces, sorprendidos en ese momento, llamaron a un cuarto intermedio, consultaron jurisprudencia y regresaron para una nueva audiencia, la de ayer, en la que decidieron dictar la perpetua.

Núñez, de 33 años, quien es el padre de los dos pequeños hijos de la víctima, declaró ayer por primera vez ante la justicia –antes sólo lo había hecho a la prensa– y aseguró ser inocente. Afirmó ser “víctima de una confabulación” de “la policía “mafiosa de Tolhuin” a la que acusó de haber “plantado” pruebas en su contra. Además, negó ser el padre de la criatura que su ex mujer llevaba en el vientre al momento de ser asesinada, a pesar de que esta circunstancia fue corroborada por un examen genético ordenado por la Justicia.

Las pruebas lo contradecían. El propio Ariznavarreta había alegado que “No tengo como explicar qué hacía una de las piernas seccionadas de la víctima debajo de la cama de mi asistido, ni cómo hay restos de su ADN en un cuchillo y un par de guantes ensangrentados que él reconoció como de su propiedad ni cómo uno de sus hijos declaró que vio cuando su padre lastimaba a su madre en el baño”.

Durante la investigación, el mayor de los hijos de los Núñez –que ahora viven con sus abuelos maternos en la provincia de Formosa– declaró en Cámara Gesell que él presenció el asesinato de su madre.