A más de un año y medio de la primera aparición del Covid-19 en Wuhan, China, la ciencia tomó conocimiento de la enfermedad, avanzó con cuidados, medidas de prevención, tratamientos, estadísticas y vacunas para combatirla. Y en ese proceso acelerado por la crisis que atraviesa el mundo, muchos desarrollos argentinos contribuyeron a allanar el camino hacia la salida de la pandemia.

Con el Conicet como casa madre, las y los científicos locales crearon tests, terapias, kits de detección y barbijos específicos, entre otras novedades, y hasta un inmunizante candidato a proteger contra el virus, que está próximo a iniciar sus ensayos. Estos son algunos de los aportes nacionales que quedarán para la historia del mundo:

Test serológico Covid-19

El equipo de la científica Andrea Gamarnik, del Conicet y la Fundación Instituto Leloir crearon el kit COVIDAR IgG cuantitativo, un test serológico que mide la concentración de anticuerpos de acuerdo a un estándar internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata de una herramienta clave para medir la protección contra el virus de quienes ya hayan pasado la enfermedad o quienes ya están vacunados. El desarrollo 100 por ciento nacional permitió "reemplazar importaciones”, destacó el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, cuando se lanzó e kit.

Los test permiten tanto evaluar la evolución de la pandemia como el control de la transmisión en barrios, el cuidado del personal de la salud,  vigilancia en personal de geriátricos y residencias, selección de plasmas de donantes y para diversos estudios clínicos con el fin de entender cómo es la respuesta inmune en personas infectadas y vacunadas contra el Covid.

Vacuna argentina "Arvac Cecilia Grierson"

El Conicet y la Universidad de San Martín (Unsam) trabajan en la vacuna Arvac Cecilia Grierson" que está próxima a iniciar sus ensayos de la fase 1. Se espera que la fórmula sirva como refuerzo en el calendario de vacunación nacional, que deberá ser ampliado con una vacuna regular para hacer frente al coronavirus.

El desarrollo está dirigido por la investigadora del Conicet Juliana Cassataro junto con el equipo de investigación del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB, CONICET-UNSAM), que está a cargo del diseño.

La fórmula del inmunizante se basa en proteínas recombinantes, una tecnología que ya se aplica en las vacunas contra la Hepatitis B o el VPH y el objetivo es que pueda ser aplicada en bebés, niñas/os, adolescentes, personas embarazadas o inmunosuprimidas, como así también en la población en general.

Se trata del primer proyecto seleccionado del llamado “Ensayos in vivo de vacunas argentinas COVID-19” realizado por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) en el marco de la Unidad Coronavirus que integra junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el CONICET.

Suero equino hiperinmune

Otro desarrollo argentino es el suero equino hiperinmune que se utiliza como tratamiento para el Covid en pacientes moderados a graves. El laboratorio Inmunova encabezó el proyecto que realizó junto al Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (Anlis), con la colaboración de la Fundación Instituto Leloir (FIL), Mabxience, Conicet y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).

Se trata de un tratamiento basado en anticuerpos policlonales equinos que se obtienen mediante la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en estos animales y así pueden generar gran cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar el virus. La enfermedad es inocua para los caballos, que tienen por naturaleza una gran capacidad para desarrollar anticuerpos.

Estudios clínicos de la fase 2 y 3 demostraron que la terapia es segura y que redujo la mortalidad casi a la mitad (45 por ciento) en los pacientes con Covid-19 severa. Es otra de las iniciativas seleccionadas por la Unidad Coronavirus en la convocatoria “Ideas Proyecto Covid-19”.

Hisopo nasofaríngeo

La Agencia I+D+i, a través del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR), brindó apoyo al consorcio formado entre la empresa PS Anesthesia SA y la Universidad Nacional de La Plata para el desarrollo de un hisopo nasofaríngeo apto para la obtención de muestras en pacientes y su posterior compatibilidad con la técnica de detección (PCR) para Covid-19.

El diseño consta de un mango ergonómico y un extremo con forma de cucharón de miel (acanalado) que facilita la captura de la secreción de las mucosas y se fabrican mediante la técnica de moldeo por inyección. Dicho hisopo integra un kit de toma de muestra para su uso en la prueba PCR SARS-CoV-2 de bajo costo y reemplaza a los tradicionales hisopos flocados. Pueden ser producidos rápidamente y cuenta con la ventaja de que su manufactura está conformada por una cadena de abastecimiento local, simple y robusta.

Barbijos del Conicet

Un equipo de investigación del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), con el apoyo de la Pyme textil Kovi S.R.L., que tiene la licencia exclusiva, desarrollaron telas que tienen la capacidad de inhibir al Covid-19 y crearon el tapabocas Atom-Protect, más conocido como "barbijo del Conicet".

El barbijo está compuesto de tres capas de protección -antibacterial, antiviral y antihongos- y tiene una durabilidad equivalente a 15 barbijos descartables. Se destaca por su larga duración y acción autoestirilizante. Su protección de extiende hasta 8 horas seguidas, resiste 15 lavados sin perder efectividad.