El expresidente brasileño Luiz Inácio "Lula" da Silva aseguró que "es necesario que haya un buen acuerdo con el FMI que permita que la Argentina continué creciendo y no pueda asfixiarla".
Además, calificó como "un orgullo" su participación en el acto de este viernes 10 de diciembre en el que se conmemorarán los 38 años desde la vuelta de la democracia en Argentina, ocurrida en 1983.
"Es un orgullo participar de un acto que celebra los 38 años de la recuperación de la democracia argentina. Además, de esta forma también podré hacerle un gesto de agradecimiento al presidente Alberto Fernández, porque él me ayudó mucho cuando yo estuve preso", aseguró Lula, en diálogo con la periodista Noelia Barral Grigera en IP Noticias.
"Fue muy solidario cuando me visitó en la cárcel, nunca lo voy a olvidar", completó, en referencia al mandatario argentino.
Al ser consultado por la relación bilateral, da Silva confesó su "afecto personal" por Argentina y destacó un dato económico de su gestión: "Cuando asumí la presidencia, en 2003, el flujo comercial entre Argentina y Brasil era de 7 mil millones de dólares, y cuando me fui, de 39 mil millones de dólares".
"No concibo que mi país pueda creer solo, no hay manera de hacerlo sin que también crezcan Argentina, Bolivia, Paraguay o Uruguay. Juntos, en América Latina, podremos ser mucho más fuertes", agregó, entusiasta, el líder del Partido de los Trabajadores y quien se vislumbra como el principal competidor electoral del presidente Jair Bolsonaro en 2022.
FMI
En días en que el gobierno de Alberto Fernández negocia intensamente para cerrar el acuerdo con el FMI, "Lula" consideró que los argentinos "deberán tener mucha paciencia" para ver la recuperación económica que, afirmó, "va a ocurrir".
Triunfo de Alberto Fernández y progresismo en la región
"No hay ningún brasileño ni latinoamericano que no conozca la importancia de la Argentina en el continente, desde la política, la cultural, lo social. Entonces, el triunfo de Alberto Fernández y de Cristina en 2019 es una demostración de que el pueblo no se tiene que desanimar y que se puede recuperar la democracia donde el pueblo participe de las decisiones", sostuvo.
Además, da Silva se entusiasmó con una posible "segunda ola" de gobiernos progresistas en Sudamérica y defendió la buena gestión de sus por entonces colegas presidentes en los primeros años del siglo XXI: "El mejor momento económico, político y social de América del Sur fue cuando los países estaban gobernados por presidentes progresistas, preocupados por las personas más pobres con una fuerte inclusión social", afirmó.
En cuanto a la aparición del ultraderechista José Antonio Kast, en Chile, reflexionó: "Pienso que es un momento es que la gente está descubriendo que a pesar de las dificultades, los gobiernos progresistas son los que tienen el compromiso con los más pobres. No puedo entender cómo Brasil tiene 9 millones de personas que pasan hambre. Es difícil de asimilar porque somos ricos, tenemos las materias primas, tenemos cualificación profesional".
Finalmente, aceptó la posibilidad de que una mujer lo acompañe en la fórmula, en caso de ser el candidato para pelearle a Bolsonaro la presidencia de Brasil en año próximo.
