El presidente Alberto Fernández encabezó este domingo un acto en homenaje a las víctimas de la represión de diciembre de 2001. Allí descubrió una placa con los nombres de todos los fallecidos y las fallecidas entre el 19 y 20 de diciembre durante el estallido social y las protestas en Plaza de Mayo y gran parte del país.

"Hoy es un día triste. Es un día donde para recordar la muerte injusta de muchos argentinos y argentinas. No es un día de alegría, es un día de recuerdo, de memoria, donde estamos acá para rendirle tributo a las víctimas de la violencia institucional", dijo el jefe de Estado, que estuvo acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti.

"Violencia institucional que se desató en el mismo momento en que el pueblo salió a las calles a decir basta, porque no aguanto más el pesar de un modelo económico que solo traía pobreza dañaba y postergaba el futuro de millones de argentinos", continúo.

Y aseguró que "cuando el pueblo vino a la plaza se encontraron con caballos, gendarmes, balas de goma y de plomo que se llevaron la vida de muchos argentinos, acá y en otras latitudes del país, porque la protesta alcanzo distintas provincias".

Y reclamó que "la justicia tardo 20 años en llegar, y llegó mínimamente porque los culpables fueron condenados por delitos menores". 

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En ese contexto, ante familiares de las víctimas, contó que junto a ellos definieron cuál sería el homenaje por los 20 años. "Creímos que lo mejor es que cualquiera que entre por puerta principal de esta casa de gobierno puede ver los nombres de los que aquellos días perdieron sus vidas", en referencia a la placa que se instaló. 

 "Que los que ya no están sepan que sus nombres quedaron grabados en la memoria colectiva, que la vida que entregaron no ha sido en vano", expresó.