En su columna de La Mañana de Víctor Hugo, Fernando Borroni reflexionó sobre las discusiones al interior del Frente de Todos y cuáles son los intereses que debe representar el campo nacional y popular.

La columna de Fernando Borroni

Toda la discusión del frente de gobierno dejó mucha tela para cortar. ¿Desde dónde se piensa la política? No es una pregunta menor: ¿desde qué tamiz analizamos la realidad?

¿Desde dónde debiera ver la realidad el frente de gobierno, que representa intereses del campo nacional y popular?

Charlando con el “Pitu” Salvatierra, un militante de Ciudad Oculta, me contaba hace días que “los pibes ya no pueden comer un pan y tomar un mate cocido”. Esa es la foto tradicional de la pobreza, a la que no debemos acostumbrarnos.

Esa imagen, de otra manera, nos muestra la crudeza de la pobreza.

En una discusión, un colega hablaba del esfuerzo de los productores del campo porque se les quedan las 4x4 en los caminos de barro en el campo. Me acordaba de los pibes que no pueden comer pan ni mate cocido. No sé si la comparación es justa o no: ¿a quiénes no se les puede pedir más en Argentina, si se está en un gobierno popular?

¿Quién pide y quién paga? Es la pregunta que el neoliberalismo no quiere responder y que el pueblo debe repetir hasta el cansancio.

Una cuestión de modelos: a quiénes se les pide y quiénes pagan

La respuesta desnuda bajo qué modelos estamos: a quiénes se les pide y quiénes pagan.

¿Qué hace un gobierno con ese modelo? Ahí se achican un montón de discusiones.

Somos muchos los que creemos que para combatir la pobreza hay que combatir la riqueza. Hay quienes creen que cuanto más riqueza se concentre en pocas manos habrá derrame. Esa es la discusión de fondo en el país.

¿Quiénes pagan?

No deben ser siempre las mismas zapatillas las que se embarran. Esto es lo que discutimos en Argentina, lo que discute en otras palabras el gobierno.

Prefiero ver la imagen de decenas de 4x4 cortando las rutas, incendiando las gomas, que agiten sus banderas manchadas de soberbia y egoísmo que seguir viendo los rostros astillados de una niñez que espera más que mate cocido caliente y pan.

Prefiero ver los cortes de ruta y entender que en algún momento de la historia si los que más tienen no pagan más, se transforma en un ellos o nosotros.

¿Lo digo yo? No. Lo dice la historia argentina.