Este viernes se cumplen los 120 días que en diciembre del año pasado fijó la Corte Suprema como plazo máximo para que el Consejo de la Magistratura quedara integrado con 20 miembros, y para que la presidencia a cargo del alto tribunal o el Congreso aprobaran una ley al respecto.

En una audiencia extraordinaria, el Consejo decidió que su presidente podrá tomar decisiones administrativas y presupuestarias a pesar del vencimiento del plazo fijado por el máximo tribunal para que caduque la actual composición, ya que no se pudieron votar las ternas de jueces que estaban ya aprobadas en función de los concursos que se realizaron, porque el oficialismo no tuvo los votos necesarios para votarlo.

En diálogo con Nora Veiras e Irina Hauser en Aquí, allá y en todas partes, el titular del Consejo, Alberto Lugones, expresó que está "decepcionado" con esta decisión y denunció que "desde fuera del Consejo hacia adentro hay llamados, y con esos llamados ciertos consejeros se niegan a aprobar ternas".

Y responsabilizó de esas presiones al "partido opositor", ya que, de no aprobarse las ternas, no podrían cubrirse las vacantes en Comodoro Py.

Con respecto a la decisión de este jueves, en donde se le brinda a Lugones ciertas facultades hasta que el Consejo esté integrado, el presidente del organismo sostuvo que es "por casos de emergencia", y que el cuerpo "no está descabezado".

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El magistrado informó, además, que "a partir de las 13:30 dejé liberada la presidencia del Consejo y enfatizó que institucionalmente el Consejo no está acéfalo porque tiene "las facultades hasta el viernes para actuar en cuestiones que sean necesarias para el funcionamiento del Poder Judicial".