El Gobierno nacional impulsa la industria del Gas Natural Licuado (GNL) como proyecto de exportación. Lo hace a través de una estrategia de articulación con empresas nacionales, extranjeras y países miembros del G20.

El objetivo es buscar mecanismos que permitan asegurar una demanda que justifique embarcarse en el desarrollo de la infraestructura vinculada al potencial gasífero de Vaca Muerta.

Fuentes oficiales aseguraron que las conversaciones fueron llevadas adelante por el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante las últimas semanas. Lo hizo en el marco del encuentro de la Agencia Internacional de Energía (IEA), en París.

Allí tuvo reuniones con ministros de distintos países del G20 celebrados en Washington, en medio de la Asamblea de la Primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Un recurso clave

Existe cierto consenso en la industria energética respecto a que el GNL tendrá un rol importante en las próximas décadas. Sobre todo, para el desarrollo de las matrices con menos emisiones de carbono.

Esto se torna un dato clave si se tiene encuentra el objetivo de emisiones netas cero a 2050. La idea es trabajarlo como un recurso fiable y flexible de transición y de complementación hacia las energías renovables.

El GNL es un gas natural que se convierte en estado líquido cuando se enfría a unos 162°C bajo cero. Este proceso le permite reducir unas 600 veces su volumen. Así, facilita su transporte y almacenamiento para luego ser nuevamente transformado en plantas regasificadoras.

El proyecto

La idea del Gobierno tiene como base el proyecto que la petrolera estatal YPF viene desarrollando para construir una planta de licuefacción de gas. Sería en la zona portuaria de Bahía Blanca.

Tendría una capacidad inicial de 15 a 20 millones de m3 (MMm3) y una inversión estimada superior a los 5 mil millones de dólares.

Esa locación pretende aprovechar la infraestructura disponible en el complejo petroquímico que se potenciaría con la construcción del primer tramo del gasoducto troncal Néstor Kirchner.

Esta alternativa de convertir a la Argentina en productor y exportador de GNL requiere una inversión inicial de 10 mil millones de dólares.

Se debe a que no solo contempla el costo de construcción de la planta, sino también del incremento de la producción de gas natural en distintas áreas de Vaca Muerta.

La idea fue convalidada por directivos de Pan American Energy (PAE), considerado como el primer operador privado de hidrocarburos del país. Desde la empresa confirmaron el interés en el proyecto a través de la conformación de un consorcio de empresas con el liderazgo de YPF.

La premisa es generar una sinergia muy fuerte que involucra a empresas y países de distintas regiones del mundo en el financiamiento para la construcción de la megaobra. Y el aseguramiento de la oferta que garantice que va a haber una demanda para lo que en la Argentina se produzca.