Luis Leopoldo Franco, o solo “Franco” como es nombrado en el ambiente local, aquel hombre “rasgado de ojos y de corazón, limpio de conciencia y de ahorros, de suerte oscura y risa clara”, según presenta su autobiografía, nació en Belén de Catamarca hace ya más de 120 años y habiendo sido autor de casi 60 obras literarias, aún hoy le pesa el mote de autor casi desconocido a nivel nacional.

Franco fue poeta, uno de los mejores cuentistas del NOA y autor de ensayos históricos y antropológicos que se cuentan entre los más destacados fuera de los límites de nuestro país, pero sobre todo fue un escritor de fuertes convicciones sociales y demostró un gran amor por la naturaleza, que lo reconoció como el primer escritor ecologista de Argentina.

Sin embargo, la mayor parte de sus textos es casi inhallable, por lo que la noticia de una nueva reedición por parte de la editorial catamarqueña Maíz Rojo es algo que es necesario destacar para acercarnos un poco más a un merecido redescubrimiento y reencuentro con su obra.

Reeditar a Franco

La idea de reeditar a Franco surgió como uno de los propósitos fundacionales de Maíz Rojo, quienes impulsados por la vigencia, temple y personalidad de su obra se propusieron relanzar algunos de sus títulos.

Ahora, con el objetivo de seguir persiguiendo una línea temática, reeditan “Nuestro padre, el árbol”, que se publicó por primera vez en la década del 70 por editorial Colihue y luego, fue reeditado por Billiken, por lo que se trataría de la tercera publicación de la obra.

En esta oportunidad, la tarea de edición estuvo a cargo de Enrique Traverso, Leo Curotto y Ana Lizondo, quienes trabajaron en la minuciosa corrección y curaduría del texto original. Toda esta labor fue realizada “gracias a la generosidad de Lito Franco, quien es un amigo y nos ha dejado reeditar a su padre, con el único interés de que se difunda su obra”, contó a Catamarca/12 el escritor Traverso.


Además, la editorial destacó el gran aporte económico que hicieron los reconocidos bailarines de tango Gimena Herrera y Tomás Galván desde Estados Unidos y el trabajo de la productora audiovisual Creaciones Vertiente, a cargo de Gastón Pons, que se ocupará de la coordinación de la presentación del libro.

Franco, el ecologista

Luis Franco demostró durante su vida una profunda preocupación por los problemas ecológicos y ambientales, con una importante inclinación por la preservación de la fauna y de la flora.

Esta tendencia como uno de los tópicos centrales de su obra le valió el reconocimiento de ser uno de los primeros escritores ecologistas de la Argentina.

“Nuestro padre, el árbol” se inscribe en una serie de libros del autor cuyo marco temático está compuesto por las ciencias naturales, como la botánica, la biología y la zoología. En esa categoría también se encuentra “Hudson a caballo”, “Zoología de bolsillo”, “El arca de Noé en el Plata”, “Los hijos del Llastay” y “Biografías animales”.

“Esta obra en particular tiene un lenguaje muy exquisito, en el que se cruzan los conocimientos de Franco sobre la dendrología, la botánica, la filosofía. Pero por sobre todo, es un libro que contiene muchísima lírica que se mezcla con las ideas más fuertes del ecologismo de esta época, que ya estaban presentes en sus libros”, expresó Enrique Traverso.

Luis Franco pertenece a una generación de escritores como Ezequiel Martínez Estrada, Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones, que mostraban una fuerte inclinación por las ciencias naturales. Por ello, sus textos fueron muy influenciados por el pensamiento de los naturalistas de esa época.

“Su obra está profundamente arraigada a los problemas ecológicos y medioambientales que vive el mundo de hoy: habla de la avaricia del hombre, del crimen hacia la naturaleza que es el capitalismo, del afán de lucro por arriba de todas las cosas. Sus textos se centran en la concepción de que el hombre es sólo una partecita del todo que es la naturaleza, con la clara convicción de que no es su rey ni su amo y este pensamiento recorre toda su obra”, aportó Traverso.

“Nuestro padre, el árbol” es un libro esencial para la sociedad y cultura catamarqueña no sólo por su alto valor lírico, sino por la vigencia de su mensaje.

Franco, el revolucionario

La poca difusión y conocimiento de la obra de Luis Franco encuentra su fundamento en que se lo consideraba un escritor proscripto no sólo durante la dictadura, sino mucho tiempo después debido a sus profundas convicciones anticlericales. Esto le valió el silencio en la recepción de sus libros.

Traverso trae a colación que gran parte de la obra de Franco son ediciones financiadas por él mismo, en las que invirtió casi la totalidad de su herencia familiar. También tuvo la oportunidad de ser financiado en ocasiones por grandes personalidades, como René Favaloro y Horacio Guaraní.

“Franco era muy respetado, pero también era antagónico de muchos personajes que siempre coqueteaban con la cultura oficial. Era antagónico de escritores como Borges, por ejemplo, aunque se encontraba a su mismo nivel”, acotó.

Sin embargo, luego hubo un revival de Franco en la provincia hace alrededor de 20 años y ante ese renovado interés por su obra, comenzaron a destacarse figuras que se identificaban con el autor y que se ocuparon de difundir su trabajo a nivel local, como los escritores Jorge Tula y Arturo Herrera, quienes no sólo lo tomaron desde sus producciones personales, sino desde su labor como docentes en los principales claustros educativos de Catamarca.

Apuesta editorial

El próximo 9 de septiembre, en lugar a confirmar, la editorial Maíz Rojo presentará la reedición de “Nuestro padre, el árbol”. El evento, bajo la coordinación de la productora Creaciones Vertiente, buscará ser replicado en diferentes oportunidades para reflotar la figura de Luis Franco en la provincia.

Bajo esta premisa, los organizadores proponen abordar este libro desde el entusiasmo de los y las docentes. Es por ello que se brindará una serie de charlas que tendrán como objetivo ofrecerles una propuesta de abordaje de las obras de Franco en las escuelas.

“Creemos que la provincia debe darle la validez que merece a una persona que escribió y publicó más de 50 libros de ese porte. Es necesario enseñar a Franco en las escuelas. De nada sirve tener un barrio con su nombre y no saber de quién se trata. Creemos que fomentando su lectura con acciones concretas vamos a lograr que crezca a nivel provincial y nacional”, expresó Pons.