El Gobierno de Alemania volvió a establecer este miércoles la obligación de usar tapabocas en determinadas ocasiones, como parte de un nuevo paquete de medidas para hacer frente a un posible rebrote estacional de coronavirus ante la llegada del otoño.

"Tenemos que prepararnos para una situación como la que presumiblemente puede producirse en otoño o invierno" mediante "un buen protocolo, moderado y mesurado", dijo el ministro de Justicia, Karl Buschmann, que diseñó las medidas junto al ministro de Salud, Karl Lauterbach.

El plan aprobado este miércoles por el Ejecutivo alemán, que es de aplicación obligatoria en todas los estados federados del país, prevé la obligación de utilizar tapabocas FFP2 en los aviones y trenes de larga distancia.

En los hospitales y las residencias de ancianos también será obligatorio el uso de barbijos y se exigirá una prueba negativa de coronavirus para el acceso.

Los estados federados también podrán imponer más requisitos a partir de octubre, como la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público y en zonas interiores de acceso público, aunque tendrán la potestad de eximir a los recién vacunados o recuperados de una infección.

"El virus no ha desaparecido"

Las medidas resultan necesarias porque "el virus no ha desaparecido", sostuvo Buschmann, al tiempo que aclaró que si bien se contempla la obligatoriedad del barbijo en más de una circunstancia, el Gobierno federal solo introducirá normas estrictas en las residencias geriátricas.

"Todo lo demás que prevemos son bases puramente legales, es decir, opciones a las que los estados federados pueden recurrir, pero no tienen que hacerlo" obligatoriamente, aseguró.

En caso de que la suba de casos de covid creciera más de lo esperado, añadió Buschmann, las autoridades regionales podrían poner en marcha una segunda etapa en la que se exija la obligatoriedad de mascarillas en interiores, mantener la distancia interpersonal o la limitación de aforo en lugares cerrados.

"Espero que no tenga que aplicarse en su totalidad, pero debe ser posible utilizarla", dijo Lauterbach sobre las dos etapas que contiene la normativa actualizada, que no contempla "más confinamientos ni cierres de escuelas".

Según los datos del Ministerio de Salud de Alemania, el país suma 31.8 millones de casos y 147.000 muertes desde el inicio de la pandemia, registrando su último brote en junio de este año.