El Ministerio de Salud de Córdoba confirmó 10 casos de leishmaniasis canina en esa provincia. Se trata de una enfermedad causada por un parásito que, hasta el momento, no se registró en personas.

Los casos fueron detectados por las acciones de vigilancia y control de foco del Área de Epidemiología de esa provincia. Nueve son de la ciudad de Córdoba y el restante de la localidad de Parque Síquiman. Entre 2019 y 2021 se habían registrado otros seis casos en perros de las mismas zonas, sin antecedentes de viaje, pero antes de 2018 los monitoreos entomológicos anuales no habían notificado ningún caso.

Qué es la leishmaniasis, cómo se transmite y cuáles son sus síntomas

La leishmaniasis visceral se origina por un parásito denominado Leishmania Infantum. Se transmite por la picadura de un pequeño insecto llamado flebotomo. La leishmaniasis visceral afecta tanto a animales como a personas. Sin embargo, hasta ahora no se han detectado infecciones en humanos en el país.

La enfermedad puede desarrollar un cuadro grave, principalmente en niños y niñas. En caso de no aplicar el tratamiento adecuado o no hacerlo a tiempo, incluso puede causar la muerte. Por eso es importante tener la información clara y estar pendiente de los síntomas. 

Los perros actúan como reservorios del parásito y, por lo tanto, pueden ser agentes transmisores. Además, cabe destacar que un perro infectado no tiene cura y, aunque no presente síntomas, puede transmitir el Leishmania infantum durante toda su vida.

La enfermedad no se transmite de persona a persona ni por el contacto con los animales. La única forma de contagio es que un insecto succione la sangre de un perro infectado y luego pique a una persona. Entre canes, se puede transmitir por vía sexual y vía transplacentaria (de madre a crías durante la gestación).

Los principales
síntomas en los perros son:
  • decaimiento
  • pérdida de apetito y de pelo
  • descamación, especialmente alrededor de los ojos y en el hocico
  • crecimiento exagerado de las uñas
  • úlceras en la piel y hemorragia nasal.

En las personas, la infección se presenta con fiebre alta y prolongada, hinchazón del abdomen, pérdida de apetito y de peso, tos seca, diarrea, vómitos, anemia e ictericia (coloración amarillenta de piel y/o mucosas).

Cómo prevenir el parásito

Existen tres formas de prevenir el contagio de leishmaniasis visceral:

- Reducir el desarrollo de flebótomos, tender trampas y evitar generar espacios de cultivo como hojas acumuladas, heces de animales, basura u otros residuos cerca de la casa.

- Cuidar la salud de los perros: mantenerlos higienizados, vacunados, evitar que circulen solos en la calle, castrarlos, colocarles collares o pipetas repelentes de insectos y realizar controles veterinarios.

- Evitar las picaduras de insectos en general para reducir la posibilidad de que sea un flebótomo. Para eso, se debe aplicar las medidas para evitar la picadura de mosquitos, es decir, utilizar repelentes, ropa protectora en espacios abiertos; instalar mosquiteros en puertas y ventanas y cubrir los cochecitos y cunas con tules.

La situación en Córdoba

Los casos detectados en Córdoba generaron alarma en las autoridades, ya que muestran un crecimiento del 167% más en el último año. Por eso, la División de Zoonosis provincial reforzará los controles de foco en las áreas donde fueron detectados. Este procedimiento implica un muestreo serológico canino y recomendaciones de medidas de ordenamiento ambiental y de prevención.

En esta oportunidad, se pudo identificar por primera vez la presencia del flebotomo como potencial transmisor de la leishmaniasis, por lo que una trampa para frenar el movimiento del insecto podría disminuir el riesgo. Las muestras son analizadas por el Instituto Nacional de Parasitología “Dr. Mario Fatala Chabén” y el monitoreo anual es coordinado por el Instituto Nacional de Medicina Tropical.

“Es importante dirigir los esfuerzos a las acciones de vigilancia y control canino -como las que venimos llevando adelante- además del ordenamiento ambiental y la alerta temprana al sistema de salud ante cualquier caso”, remarcó la jefa de Epidemiología, Laura López, y explicó que “es fundamental que tanto los equipos de salud humana y animal, así como la comunidad en general, tengan presente los modos de transmisión de esta infección, sus síntomas y las maneras de prevenirla”.

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