Magdalena Ruiz Guiñazú, una de las conductoras y periodistas radiales más emblemáticas de Argentina, murió este martes a la mañana. La célebre voz de “Magdalena Tempranísimo”, que tenía 87 años, fue despedida por el ministro de Seguridad Aníbal Fernández en su cuenta de Twitter, quien hizo alusión a los numerosos cruces que mantuvo con la periodista a lo largo de estos años.

“Falleció la Sra. Magdalena Ruiz Guiñazu. Tuve enorme respeto profesional y una excelente relación personal, independientemente de no coincidir para nada en política. Cuando mis tareas me impusieron determinadas conexiones, supo darme una mano. Estimada señora, que Dios la bendiga”, publicó el funcionario.

Los cruces de Aníbal Fernández y Magdalena Ruiz Guiñazú

En 2009 ocurrió una acalorada pelea por unos artículos de opinión que Fernández había escrito para diferentes medios, entre ellos los del Grupo Clarín. La periodista le señaló entonces que se había expresado para el "holding maldito" al que el funcionario tanto criticaba. "Yo hablo de monopolio, no de holding", le retrucó Fernández.

Posteriormente, la conductora de radio Continental le preguntó por qué consideraba que los medios de comunicación no mostraban la realidad, a lo que el político contestó que muchas veces no reflejaban "la realidad tal cual es" ni que funcionaban como un "espejo" dado que, a su consideración, "se banaliza cualquier cosa". En tanto, Guiñazú le replicó que estaba realizando una generalización, y entonces, el tono de la discusión empezó a escalar a una gran velocidad, como era habitual entre los dos.

En 2010, mientras se desempeñaba como Jefe de Gabinete de la Nación, Fernández mantuvo una fuerte discusión con la periodista Guiñazú por Radio Continental, por el episodio de violencia durante una audiencia en Papel Prensa S.A entre al abogado José María Soaje Pinto, en representación del Grupo Clarín, y el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno y antiguo titular de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), Daniel Reposo.


Magdalena Ruiz Guiñazú: “Dígame, ¿sigue siendo amigo de Moreno ahora que le quebró un dedo al abogado Soaje Pinto?”.

Aníbal Fernández: “No, Soaje Pinto le pegó al titular de la Sigen, que es más bueno que Lassie. Soaje Pinto es un pendenciero defensor de nazis y de...”.

M. R. G.: “Y su amigo Moreno es uno que anda con karatekas de custodia...”.

A. F.: “Si, dígame cuánta gente mató Moreno o a cuánta gente pegó. ¿Sabe qué le decía esta gente mientras estaban en esa reunión? ¿Sabe qué le decía este Soaje Pinto, este nazi? Le decía a Reposo: ‘Yo estoy cansado de matar montos y yo me voy a encargar de matar a los que faltan’”.

M. R. G.: “Bueno, mire, eso no se transcribe...”.

A. F.: “Está en la denuncia, quédese tranquila, que está en la denuncia...”.

M. R. G.: “¿Y quién saca los afiches contra los periodistas? Y sin firma además...”.

A. F.: “¿Y por qué no se preocupó quien sacó la nota en Clarín, que no la firmaron, imputándome a mí, por ejemplo, que yo soy uno de los que generan este tipo de cosas? No la escuché decir nada a usted”.

M. R. G.: “Mire, hágale juicio al diario...”.

A. F.: “¡Y hágales juicio a quienes hicieron los afiches!”.

M. R. G.: “¡Hágale juicio al diario, pero por favor!”.

Asimismo, tras abordar otros temas, Magdalena le advirtió sobre el final de la nota: "Cuídese de sus amigos porque le van a terminar rompiendo un brazo", a lo que Fernández le respondió: "No, cuídese usted, sus amigos son cien veces más malos y peligrosos que los míos, quédese tranquila que entre el perverso ése y mi amiguito, mi amiguito es Ceferino Namuncurá".

Años más tarde, en 2012, momento en el que el país discutía si legislar que los jóvenes mayores de 16 años tuvieran la posibilidad de votar a los gobernantes y representantes nacionales, Fernández, por entonces senador nacional, escribió un artículo de opinión en este diario, donde criticó a la periodista por su postura en contra de la iniciativa.

"'No sé si los chicos de 16 años están formados ya para votar', cerraba, días atrás, su comentario Magdalena Ruiz Guiñazú. Una duda razonable en alguien que fue formada en un mundo en donde las mujeres no votaban y se era “legalmente adulto” recién a los 22 años. Pero sabido es que la modernidad y sus “valores políticosociales” están en mudanza. Y la época, esta época, demanda respuestas a situaciones dadas que Magdalena, a sus 16 años, no podría ni haber soñado, con todo lo evolucionada que, supongo, debe haber sido", sostenía el funcionario.

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