El Comité Consultivo Nacional de Ética (CCNE) de Francia consideró “posible” la asistencia activa en la muerte “estrictamente supervisada”, lo que significó avance favorable hacia la regulación de la eutanasia y el suicidio asistido en el país. El presidente francés Emmanuel Macron aseguró que el documento "constituye una base sólida para una reflexión colectiva sobre este tema". 

Este martes, un grupo de trabajo constituido en 2021 para reflexionar sobre “las cuestiones éticas de la vida” emitió un dictamen en el que pronunció que “hay un camino para la aplicación ética de la asistencia activa al morir, bajo ciertas condiciones estrictas con las que parece inaceptable transigir”.

Al respecto, Macron aseguró en un comunicado que el documento "constituye una base sólida para una reflexión colectiva sobre este tema sensible que debe centrarse en buscar el equilibrio entre el deber de solidaridad con las personas frágiles y el respeto de la autonomía de la persona".

Emmanuel Macron pidió recuperar el debate respecto a la eutanasia

En ese documento, el mandatario también pidió recuperar el debate respecto a la eutanasia, ya que ha sido discutida en anteriores ocasiones por el Parlamento. "Estoy convencido de que debemos movernos porque hay situaciones inhumanas que persisten, a las que debemos dar respuestas", expresó.

Señaló además que, para dirigir ese debate, en octubre se creará “una convención de ciudadanos” para conocer la opinión de los franceses sobre esta cuestión, cuyas conclusiones se publicarán en marzo de 2023, para saber si es necesario cambiar el marco legal.

Actualmente, la normativa vigente en Francia es la ley Claeys-Leonetti, adoptada en 2016, la cual permite una “sedación profunda y continua hasta la muerte” pero prohíbe la eutanasia y el suicidio asistido.

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