El conflicto de María Eugenia Vidal con los docentes era previsible desde diciembre, cuando el ministro Esteban Bullrich anunció que no llamaría a la paritaria federal. Ese mecanismo fijaba un piso de aumentos y con ellos un incremento del Fondo de Incentivo Docente y del Fondo Compensador, para que las provincias más pobres garantizaran el pago de salarios. 

La oferta inicial fue un 18 por ciento, frente al 35 que pedían los maestros. Los gremios lo rechazaron y convocaron a un paro el 6 y el 7 de marzo. Vidal anunció la convocatoria a “sesenta mil personas” que se ofrecieron como “voluntarios” para que den “apoyo escolar” durante los días de huelga. Con clases suspendidas en 22 provincias, el paro nacional tuvo alta adhesión y más de 70 mil personas se manifestaron frente al ministerio. 

El 15 de marzo comenzó otro paro nacional de 48 horas. En las escuelas de provincia ya iban por el sexto día de paro. La gobernadora pidió que les quitara a los gremios la personería por no acatar la conciliación obligatoria, avanzó con descuentos masivos por los días de huelga y anunció que pagaría un premio de mil pesos a quienes no adhieran a los paros.

El 21 de marzo decenas de miles de maestros participaron de la Marcha Federal Educativa.

El 29 y el 30 de marzo hubo nuevos paros en provincia y el 7 de abril los docentes de todo el país se sumaron al paro de la CGT y dos días después fueron reprimidos en el Congreso, donde Ctera intentaba armar una Escuela Itinerante. El 11 pudieron armar la carpa e iniciaron otro paro nacional de 24 horas. Macri dijo que “los docentes en lugar de cumplir las normas, las violan”.

El 17 de abril Vidal ofreció 20 por ciento más presentismo, y planteó un acuerdo por tres años. Los gremios lo rechazaron. La gobernación oficializó además el plus a los carneros pese al fallo de la jueza María Ventura Martínez, que la intimó a no pagarlo y a no descontar los días de paro. El 2 de mayo redujo las cuotas de tres a dos, más una suma extra de 1500 pesos. Los gremios la rechazaron.

El 18 de mayo Roberto Baradel ganó las elecciones del Suteba con el 70 por ciento de los votos. Baradel fue el blanco de la ofensiva oficial contra la organización sindical y recibió amenazas contra su familia. Macri acusó a los dirigentes de tener prácticas “mafiosas”.

Con los alumnos en las aulas y los docentes en las escuelas, los gremios continuaron su campaña de reclamos por las redes sociales. Luego de 40 días de espera sin medidas de fuerza, Vidal les ofreció otro punto más, 21 por ciento, más una suma fija de 2000 pesos como “recomposición” por lo perdido el año anterior. Los gremios lo rechazaron por insuficiente y el 14 de junio se realizó un nuevo paro.