La inflación de agosto se ubicó en el 7 por ciento respecto de julio, informó el Indec. La suba de precios durante el mes pasado fue incluso más alta de lo que se especulaba, ya que las consultoras apuntaban a un valor de alrededor de 6,5 por ciento, lo cual si bien era altísimo en términos históricos, hubiera marcado una mayor desaceleración en relación a la explosión de precios de julio, que fue del 7,4 por ciento.

Los primeros registros de septiembre, según miden en el Banco Central, siguen más o menos en la misma línea que julio y agosto, de modo que se vuelve posible el escenario de que para diciembre la inflación anual llegue a las tres cifras. De acuerdo a la UMET, si la suba de precios mensual a partir de este mes fuera de 6 por ciento mensual, para fin de año estaría en el orden del 97,4 por ciento interanual. 

El 78,5% anual

Por ahora, la inflación en relación a agosto de 2021 es del 78,5 por ciento y en ocho meses acumula un 56,4 por ciento. A esta altura de septiembre, el incremento de precios acumulado desde enero ya debe andar rozando el doble de la meta de 33 por ciento que a fines del año pasado se había puesto el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, para todo el 2022. En aquel momento, cuando el gobierno trataba de que se apruebe el proyecto de Presupuesto, que finalmente la oposición bloqueó, esa estimación del 33 por ciento ya lucía demasiado optimista; hoy parece ciencia ficción.

Los datos de inflación de julio (7,4 por ciento mensual) y de agosto (7,0) están en los registros mensuales más elevados de los últimos 30 años. Además, tanto la inflación acumulada en ocho meses como la interanual son los valores más elevados desde 1991, cuando daba sus últimos coletazos la hiperinflación que obligó a Raúl Alfonsín a un traspaso anticipado de mando.

A pesar de la baja en el precio internacional de los alimentos

Hasta ahora, el equipo económico liderado por Sergio Massa se concentró en la recuperación de las reservas en el Banco Central, que en definitiva son sinónimo de gobernabilidad. Pero más temprano que tarde tendrá que proponer herramientas nuevas y más poderosas para quebrar la dinámica de los precios. 

El régimen de precios en Argentina a esta altura se caracteriza como de "alta inflación", que consiste en un acortamiento de los plazos de referencia y la desaparición de los contratos a mayores plazos. Esta dinámica no se resuelve con un pacto de caballeros entre funcionarios y representantes de las grandes empresas de consumo masivo. El índice de 7 por ciento de inflación de agosto se dio a pesar de que bajaron los precios internacionales de los alimentos, se redujeron las cotizaciones paralelas del dólar y el oficial subió por debajo de los precios.

Los que más aumentaron

El rubro que más aumentó en agosto fue prendas de vestir, con el 9,9 por ciento, con lo cual ya alcanzó el 109 por ciento interanual. "Llama la atención esta evolución dado que es un rubro particularmente protegido por las políticas estatales y porque presenta una sucesión de meses de altos incrementos sin políticas concretas que aborden tal situación", advierte el informe mensual de inflación del CEPA. 

En el caso de alimentos y bebidas, el incremento mensual fue de 7,1 por ciento. A nivel productos, se destacó la suba de hamburguesas (10,4 por ciento), cebolla (60 por ciento mensual), papa (32,3), batata (31,7), tomate (19,4) y banana (15,1).

El segmento de equipamiento y mantenimiento del hogar avanzó un 8,4 por ciento y acumula en el último año un 79,2 por ciento. En los últimos meses, este rubro presentó las siguientes alzas: 10,3 por ciento en julio, 6,0 en junio y 5,4 en mayo.

Transporte registró un aumento del 6,8 por ciento, relacionado a la suba de tarifas del transporte público y combustibles. En tanto, se observó un incremento de 6,7 por ciento en el rubro de restaurantes y hoteles, luego de los ya altos valores de julio (9,8 por ciento), junio (6,2) y mayo (5,7). "Esto contrasta con la contundente política pública implementada a través del Programa PreViaje", indica el CEPA.

En el caso de salud, el aumento fue de 5,7 por ciento, que se explica principalmente por el ajuste de cuotas de prepagas del orden de 11,34 por ciento. En tanto, vivienda, agua, electricidad y otros combustibles registró aumentos de 5,5 por ciento, al tiempo que recreación y cultura lo hizo al 5,0 por ciento, al igual que educación, y comunicaciones, en un 4,1 por ciento.