A menos de 20 días de las elecciones presidenciales en Brasil, una nueva encuesta plantea que se achica la distancia entre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro. La empresa Quaest divulgó un sondeo de opinión pública que muestra a Lula con un 42 por ciento de intención de voto contra el 34 por ciento de Bolsonaro. Metidos de lleno en las últimas jornadas de campaña, el presidente brasileño buscó hacerle un guiño al electorado evangelista al afirmar que su rival desea implementar la ideología de género en las escuelas, mientras que Lula cuestionó el rol en el que Bolsonaro colocó a las Fuerzas Armadas, aclarando que los militares deben ocuparse de asuntos importantes para el pueblo como la defensa territorial y la seguridad fronteriza.

¿Qué dicen los últimos sondeos?

En relación a los datos que exhibió la consultora Quaest la semana pasada Lula bajó dos puntos, del 44 al actual 42 por ciento, mientras que Bolsonaro se mantiene en torno al 34 por ciento. El martes se había divulgado otra encuesta, de la empresa Ipec (ex Ibope), según la cual el líder de izquierda obtendría el 46 por ciento de los votos en la primera vuelta del dos de octubre, mientras que Bolsonaro sacaría un 31 por ciento

En una eventual segunda vuelta, según Ipec, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ganaría por un 53 por ciento ante el 36 por ciento del mandatario ultraderechista. El lunes, el Instituto FSB mostró otros números más alineados con la medición Quaest, ya que según este relevamiento la intención de voto de Lula para la primera vuelta es de 41 por ciento y la de Bolsonaro del 35 por ciento.

Lula plantea un nuevo Ejército

En plena campaña, el expresidente brasileño llamó este miércoles a una reformulación del rol de las Fuerzas Armadas. "Vamos a tener que controlar correctamente la lucha contra el narcotráfico, el tráfico de armas, las fronteras secas y los casi ocho mil kilómetros de frontera marítima, además de nuestro territorio. Posiblemente con eso vamos a ocupar a nuestras Fuerzas Armadas con cosas más dignas, más serias y necesarias para el pueblo brasileño", afirmó Lula en un acto en San Pablo.

El ministerio de Defensa viene insistiendo ante el tribunal electoral para incluir a técnicos de las Fuerzas Armadas en una suerte de escrutinio paralelo de la elección del dos de octubre, algo inédito, para verificar la seguridad de las urnas electrónicas. Bolsonaro, excapitán del Ejército que negoció su desvinculación de la fuerza por indisciplina, lleva como compañero de fórmula al general retirado Walter Braga Netto, quien forma parte del contingente de seis mil militares diseminados por esta gestión en la administración pública y en empresas estatales.

En un acto frente a cooperativistas, el líder del PT fustigó el retroceso social de Brasil. "Este país volverá a ser respetado en Sudamérica, en Estados Unidos y en China", afirmó Lula, quien enfatizó que impulsará el desarrollo de la microeconomía y las pequeñas y medianas empresas. Por ello, propuso un "modelo de desarrollo que tenga en cuenta la creatividad del pueblo" y reinsertar en la legalidad con protección social a los trabajadores informales.

El candidato presidencial le pidió a la militancia que trabaje en redes sociales para combatir las "fake news" del bolsonarismo. "Ellos tienen robots, nosotros tenemos gente, no somos algoritmos", dijo en referencia a un artículo del diario Folha de Sao Paulo que asegura que en la plataforma de YouTube tienen prioridad los videos de la derecha brasileña por sobre los de la oposición en los motores de búsqueda.

Bolsonaro insiste con la ideología de género

Bolsonaro, por su parte, aseguró que su principal rival en las urnas busca implementar la ideología de género permitiendo que en las escuelas puedan ir al mismo baño tanto niños como adolescentes. "No quiero que mi hija de 11 años, que es mi mayor patrimonio, vaya a la escuela y se encuentre a un grandulón de 15 años en el mismo baño. Este canalla (por Lula) quiere a la ideología de género", dijo Bolsonaro en Presidente Prudente, en el interior del estado de San Pablo.

"Este tipo quiere volver a la escena del crimen para destruir los valores familiares. Ese tipo quiere liberar las drogas. No sabe lo que sufre una madre con hijos drogados. No tiene compromiso con nuestras familias. Él quiere quedarse con la bandera roja, no con la verde y amarilla", afirmó Bolsonaro ante miles de personas, repitiendo una fórmula que le sirvió para triunfar en los comicios de 2018.

Mientras tanto el máximo tribunal electoral de Brasil, en una decisión unánime este martes, prohibió a Bolsonaro utilizar en su campaña a la reelección imágenes de las conmemoraciones del bicentenario de la Independencia del país, por considerar que su uso supone abuso del poder político y económico. Pese a tratarse de una conmemoración oficial, Bolsonaro aprovechó los actos para descalificar a los otros candidatos, casi sin hacer menciones a la fecha patria.