Mauricio Macri se sigue moviendo como un candidato. De dar una entrevista en que repasó toda la interna del PRO por la presidencia, pasó a encabezar un seminario llamado "De la candidatura a la gestión", donde buscó transmitir a candidatos a intendentes su experiencia de ocho años como jefe de Gobierno y cuatro como presidente (menos la reelección que no tuvo). Macri se mostró en su salsa: dando consejos desde un lugar de legitimidad en el que se puso él mismo. Si bien sus aliados evitaron hablar de sus declaraciones sobre la interna, dejó varios planteos como que Horacio Rodríguez Larreta está "muy dialoguista" o que María Eugenia Vidal está "entendiendo como ser más firme". Pese a que en ese reportaje jugó a mostrarse como una suerte de gran elector, nada indica que tenga descartado ser candidato él mismo.

El ex mandatario, pizarrón y marcador en mano, se puso a dar cátedra de cómo gobernar. No se detuvo en detalles como las mecánicas para una corrida cambiaria o cómo solicitar deuda al FMI, su clase discurrió más por los carriles de una charla motivacional para futuros intendentes del PRO. Dijo, entonces, por ejemplo: “El valor de un intendente radica en su capacidad de transformar, sobre todo en aquellos municipios con mucho atraso. Y esto incluye las transformaciones básicas como que la gente abra la canilla y salga agua potable”. 

O, en otro momento de su clase magistral: “Ustedes son servidores públicos. Tienen que estar ahí para los ciudadanos, atenderlos cuando los necesitan. Y manéjense con la verdad, aunque sea dura. No hay aprendizaje cuando la mentira nos gobierna”.

O, por último: "Siempre recuerden quien les dio el poder y para qué. Nunca dejen de ver la realidad a través de los ojos de la gente. El poder es algo maravilloso para transformar. Pero el poder, y es lo que estamos viendo en Argentina, los puede corromper si no tienen en claro quiénes son”.

Macri gran elector

En cambio, su paso el día anterior por La Nación+ -medio del que Macri niega ser dueño- dejó muchos planteos sobre la interna del PRO.

Cuando le preguntaron por los candidatos a presidente, Macri no se incluyó (sigue jugando al misterio) y mencionó en cambio a Larreta, Vidal y Patricia Bullrich. A la presidenta del PRO fue la única a la que no le dedicó una sutil crítica: “Los tres del PRO, Patricia, Horacio y María Eugenia, se han plantado muy bien. Están mejor que hace un año. Horacio está mejor en lo que quiere hacer aunque esté muy dialoguista. Patricia está cada vez más sólida y ampliando sus temas no sólo seguridad. Y María Eugenia recorriendo el país y entendiendo cómo negociar y ser más firme , ella con los intendentes y yo con los gobernadores”.

El tono paternalista de Macri no deja de traslucir que los ve a los tres como versiones menores de lo que podría ser él, dirigentes que todavía están aprendiendo. Al entorno de Larreta le resulta irritante este tipo de declaraciones --que nunca responderán-- y, sobre todo, que Macri siga jugando a no decir si tiene o no intenciones de ser candidato. Al jefe de Gobierno mismo, con el que habla por lo menos dos veces por semana, no le cuenta nada de sus planes para 2023. 

Lo que sí blanqueó Macri en esa entrevista fue cúal será su jugada en la Ciudad de Buenos Aires, el gran bastión del PRO desde 2008 hasta hoy. Aseguró que apoyará a su primo Jorge Macri para suceder a Larreta. El jefe de Gobierno todavía no decidió si sellará un acuerdo con su ministro de Gobierno para que sea su candidato o si impulsará algunas de las otras opciones que tiene: la ministra de Educación, Soledad Acuña, o bien el ministro de Salud, Fernán Quirós. La posibilidad de que la candidata sea Vidal se ha ido alejando cada vez más.

Si Larreta decide ir por alguna de las otras alternativas, chocarán en las PASO porteñas el candidato de Macri, que lleva su mismo apellido, con el o la de Larreta. 

Macri, por último, y siguiendo su espíritu ecuménico, mencionó una lista larga de candidatos a gobernador para la provincia de Buenos Aires. Dijo que tienen "muchos candidatos para ganar: además de Ritondo y Santilli están De la Torre, Iguacel y Grindetti”.

Como hizo en el almuerzo en el que chocaron Larreta y Bullrich por las críticas de esta última al retiro de las vallas de CFK, acá también Macri optó por no posicionarse a favor de nadie (en ese encuentro, mientras se cruzaban reproches, el expresidente solo atinó a decir que era bueno escuchar las posiciones de cada uno).

Se sabe que Diego Santilli es el candidato de Larreta, mientras que Cristian Ritondo se referencia con Vidal y está tejiendo una alianza con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti. Iguacel es, hasta ahora, el candidato de Patricia Bullrich, aunque a esa lista Macri sumó a un aliado de la presidenta del PRO: Joaquín de la Torre.

Como se puede ver, Macri no se jugó por nadie.