Desde San Luis

Ya sin la bruma ni la persistente llovizna de la primera jornada, y con un sol primaveral que comienza a asomar entre las nubes, los 104 autos clásicos que participan desde el domingo del Gran Premio Argentino Histórico, que organiza el Automóvil Club Argentino desde 2003, realizaron este martes la segunda etapa del recorrido de 1820 kilómetros por las rutas y caminos serranos de la provincia de San Luis. 

Atrás quedó también el recorrido urbano y los giros en los autódromos de Potrero de los Funes y las emociones de los pilotos por las vueltas en la pista del Rosendo Hernández, donde apenas unas horas antes el TC había disputado su carrera número 11 del campeonato y la primera de la Copa de Oro. Los autos que largaron el GPH se internaron este martes en los caminos serranos para vivir una jornada a puro vértigo en los caminos de cornisa, entre curvas y contracurvas, trepadas y pendientes con las imponentes sierras pampeanas de San Luis como escenario.

Fueron un total de 285 kilómetros recorridos, con partida desde Potrero de los Funes hacia la Quebrada de los Cóndores, pasando por La Punta, luego los caminos serranos que unen Nogolí con Río Grande, y pasado el mediodía las sierras que unen La Carolina con San Francisco del Monte de Oro, con pasadas por Toro Negro y finalización cerca de las 16 horas en la ciudad de San Luis, frente a la secretaría de turismo de la capital puntana, donde los autos fueron recibidos por una multitud. 

Algo similar ocurrió en la localidad de San Francisco del Monte de Oro, donde cientos de habitantes se acercaron a la plaza principal del pueblo para disfrutar de los autos clásicos, saludar y aplaudir a los pilotos y sus acompañantes, entre ellos varias mujeres que, poco a poco, se van animando a integrar la gran familia del automovilismo argentino.

El BMW 380 de Carlos Lareu, con la pilarense Virginia Schmitd como acompañante /ACA

La rosarina Lidia Carrizo, acompañante de Marcelo Colombi, a bordo de una coupé Vignale Fiat 1500 de 1967; la fueguina Silvia Madelaire, acompañante de Daniel Farias, Peugeot 404 de 1974; la pilarense Virginia Schmitd acompañante de Carlos Lareu, BMW 320 de 1981; y la bonaerense Cecilia Morán, hija y acompañante de Alberto Morán, a bordo de una flamante coupé Chevrolet de 1940; ellas son algunas de las protagonistas de la carrera que, por el momento, cuenta con una sola mujer pilota: la paraguaya María del Pilar García Muñoz, a bordo de un Volswagen 1700 de 1969, en cuyo baúl luce orgullosa el listón rosa del cáncer del mama y una frase que resume como suelen sentirse las mujeres al volante: "Andá a cagar".

"Lo de la gente es algo fenomenal, vemos una entrega y una alegría por todos lados. Para mí, poder hacer esto con mi viejo es todo. El solía hacerlo con mi mamá, que falleció a principios de este año, y no sabía si iba a poder continuar, y acá estamos, disfrutándolo juntos. Mi hermano lo acompañó en casi todas las carreras y en ésta me tocó a mí", cuenta Cecilia Morán, de 38 años, transportista de residuos especiales. "Hay pocas mujeres en la carrera, pero vamos a ir siendo más. Las mujeres se tienen que animar, este es un ambiente que está muy bueno, así vamos a tener que seguir sumándonos", agrega.

La coupé Chevrolet de 1949 los Morán es uno de los autos más bellos de la competencia. Llama la atención por su estado de mantenimiento, por su pintura violeta reluciente y su motor V8 con detalles cromados. "La verdad es que me llena de orgullo cómo es mi papá con el auto, la cantidad de tiempo que le entrega. Y la gente se lo agradece, porque se acercan, se sacan fotos, nos piden ver el motor, que lo aceleremos, en fin su pasión la termina compartiendo con todos y eso es algo muy lindo", agrega Cecilia, oriunda de la localidad de Vicente López. 

La tercera etapa unirá este miércoles de primavera la localidad de Potrero de los Funes con Merlo, con pasos por El Volcán, Saladillo, La Toma, Potrerillo, Las Chacras, Villa de Praga y Villa Larca, para un total de 274 kilómetros de recorrido.