El dólar soja, beneficio cambiario que el Gobierno le dio al campo para que liquide y refuerce unas alicaídas reservas del Banco Central (BCRA), le dio al ministro de Economía, Sergio Massa, más de 6000 millones y un aire importante para salir del cuello de botella de septiembre. Pero a partir de octubre y hacia fines del año las arcas oficiales seguirán bajo fuego por diferentes razones, algunas lógicas y propias de una restricción externa visible, y otras vinculadas al crecimiento, la especulación y la política. Con las importaciones de energía ya finalizadas luego de la temporada invernal, el Gobierno tiene tres frentes abiertos que administrará de diferentes formas: el pedido de los industriales, que no se ve en cifras, de que si no les dan más dólares se frenarán fábricas; el gasto de los turistas que viajarán a Qatar a ver el Mundial de Fútbol; y la no menor jugada de muchas firmas que buscan sacarle dólares al Gobierno judicializando pedidos de importaciones.

Este último punto es relevante y el Ejecutivo trabaja fuerte allí. Si bien se guardan los datos bajo siete llaves, hay sólo dos juzgados en los que están recayendo la mayoría de los pedidos de cautelares de empresas para hacerse de divisas. Por esos amparos concedidos, ya se fueron 2600 millones de dólares en autorizaciones de importaciones que no pasaron el tamiz del Estado, es decir, se ganaron en la justicia. Con un problema, las empresas le cuentan a la Justicia su versión de por qué judicializan, pero los tribunales no investigan ese punto. Según supo Página I12, para el Gobierno ya hay “un exceso de cautelares” en casi todos los rubros, entre ellos motos y neumáticos. Un tema que trató el propio Massa en la reunión del jueves con la Unión Industrial Argentina (UIA). El dato más fuerte que habría en el relevamiento de esas cautelares es que 7 de cada 10 dólares que salieron por esa vía fueron para traer productos terminados. Un perjuicio serio para un Gobierno que prioriza las importaciones de insumos productivos, tal lo que pidieron los industriales de la UIA.

¿Lágrimas de cocodrilo? 

Precisamente en ese almuerzo de Massa con los fabriles, que ocurrió en la sede de la central en Avenida de Mayo, la entidad que conduce Daniel Funes de Rioja le pidió al ministro acelerar el proceso de otorgamiento de dólares para importar, marcando que hay un riesgo inminente de parate de fábricas por falta de insumos importados. Hubo dos ejemplos, el de fábricas de las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, con presunta acumulación de pedidos, según los empresarios fabriles. “Al final, un poco llorones son”, describió un empresario pyme de la entidad que va en contra de ese relato. Usó la calificación que, en la era Macri, el ex ministro de la Producción, Francisco "Pancho"Cabrera, les puso a los ceos de la UIA: “los llorones”, les dijo.

A ciencia cierta, los datos fácticos no muestran un fenómeno parecido al que vaticina la entidad. Algunos números: en agosto, las importaciones crecieron 36 por ciento en relación a igual período del 2021, y se destinaron 57 mil millones en importaciones. Otro dato importante: entre julio y septiembre del 2022 se cursaron en el Ministerio de Trabajo 51 expedientes por suspensiones y parates productivos. El 76 por ciento correspondieron a empresas comerciales y de seguridad. De industriales hay sólo un expediente del Sindicato de Mecánicos de SMATA, uno de Alimentación y uno de Metalúrgicos. Para el Gobierno, eso evidencia que la urgencia de dólares ya o paramos la producción no existe en los hechos y puede deberse a urgencias más vinculadas a cubrirse de costos futuros y congelar el precio de lo que se importa, para utilizarlo a futuro.

Un Mundial muy caro

Otro de los pedidos que la UIA le hizo a Massa fue instrumentar el dólar Qatar, un tipo de cambio diferencial para encarecer el costo turístico de los que vayan a ver el Mundial de Fútbol y que no se lleven las divisas que debería usar la industria. En ese punto, casi que ambos actores coinciden en la necesidad de hacerlo y el Gobierno ya piensa en un tipo de cambio Qatar más parecido al valor del dólar MEP, uno de los financieros, hoy en torno a 300 pesos.

Es que, ante la escasez, el Gobierno no puede dejar nada librado al azar. De hecho, ya hicieron números de cuánto les costará a las arcas del BCRA la salida de divisas en ese período y por los viajantes futboleros. Fuentes oficiales confiaron a este diario que, en base a los viajes ya confirmados y tickets vendidos, el Estado perderá al menos 2400 millones de dólares por esta razón. Argentina es el país con más tickets vendidos para los partidos de la Copa del Mundo. Ese número de dólares es mayor al que, por caso, el Gobierno usó mensualmente en los últimos tres meses para pagar importaciones de energía.