Martín Santiago Del Río, el detenido como presunto autor del doble homicidio de sus padres, asesinados a balazos en su casa del partido bonaerense de Vicente López, volvió a declararse inocente. La afirmación ocurrió ante los fiscales y el juez de la causa, durante una nueva indagatoria que se extendió durante más de cuatro horas 

Del Río cuestionó la autopsia realizada por peritos oficiales, volvió a abonar sospechas contra su hermano, Diego Del Río, y afirmó que todos los que dicen haberlo reconocido como el "caminante encapuchado" -y que quedó registrado por las cámaras de seguridad- son personas que están enemistadas con él, detallaron fuentes judiciales.

Del Río llegó a la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Vicente López Oeste pasadas las 10.40 en un camión de traslados desde la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro. A cara descubierta y esposado, el menor de los hermanos Del Río caminó hasta el edificio judicial escoltado por policías, y a las 11 comenzó a declarar ante el equipo de fiscales de Vicente López, integrado por Martín Gómez, Marcela Semería y Alejandro Musso, y del juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa.

La abogada defensora de Del Río, Mónica Chirivin, había presentado un escrito el lunes pasado para solicitar la ampliación de los dichos de su cliente, quien permanece detenido, acusado del delito de "doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa (matar para lograr la impunidad) y por el uso de arma de fuego" de sus padres José Enrique Del Río, de 74 años, y su esposa María Mercedes Alonso, de 72, delitos que podrían derivar en condena de prisión perpetua.

A lo largo de más de cuatro horas, Del Río insistió en defender su inocencia y puso el foco nuevamente sobre su hermano Diego, con quien -según las fuentes- mantiene algunas diferencia por cuestiones económicas, ya que el acusado asegura que su hermano mayor, con la excusa de administrarlos, se quedó con algunos bienes de sus padres. Del Río también mencionó a su hermano cuando negó haber concurrido a un polígono de tiro, tal como aseguró Diego Del Río, y afirmó que "hace casi 20 años" que no practica tiro.

En sintonía con lo que venía sosteniendo su abogada Chirivin, el sospechoso del doble parricidio cuestionó la autopsia realizada por los peritos oficiales, específicamente lo relacionado a la data de muerte de las víctimas. En los protocolos de las autopsias se dejó asentado que ambas víctimas llevaban de 12 a 18 horas fallecidas cuando se revisaron sus cadáveres en la morgue, lo que ubicaba el doble crimen en horas de la madrugada del 25 de agosto, algo que para su defensa beneficia a Del Río hijo, porque en ese momento se encontraba en su casa del country Nordelta de Tigre.