“Esta campaña la hicimos con el objetivo de realizarun aporte a la comprensión de las experiencias, las percepciones y las representaciones sobre la discriminación de las personas gordas y cómo las afecta”, dijo la diputada provincial Adriana Díaz durante la presentación de la campaña Nuestros Cuerpos no quieren tu opinión.

Se trata de un proyecto que cuenta con el acompañamiento de la Dirección de Participación Ciudadana de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca, el Colegio de Graduados en Nutrición y la Escuela provincial de Expresión y Arte Vocacional (EVEA).

Fue pensado en el marco del proyecto presentado en la Cámara de Diputados de la provincia, que propone instituir la primera Semana de Marzo de cada año como Semana Provincial de Lucha Contra la Gordofobia, y que tiene como objetivo: promover acciones para visibilizar la discriminación de las personas gordas, con el fin de prevenirla, erradicarla y concientizar a la sociedad sobre este flagelo.

En diálogo con Catamarca/12, Díaz manifestó: “queremos que este aporte sirva para la elaboración de criterios útiles para el diseño de políticas públicas antidiscriminatorias, políticas cada vez más inclusivas. En definitiva los que nos mueve es la búsqueda de una sociedad cada vez mejor donde nuestros chicas y chicas, las personas adultas, todos y todas podamos estar felices con nosotros mismos y en nuestros vínculos con los demás”.

La performance creada por el docente David Marchetti y representada por Mateo Rocha, alumno de la EVEA, fue el disparador para mostrar de qué es la discriminación hacia las personas gordas y sus consecuencias bio-psico-sociales. Se trató de unipersonal donde el adolescente de 17 años en su personaje llamado Francisco, hizo un relato de lo que sufrió toda su vida por la obesidad. “Dejar atrás todo eso, dejando los cometarios negativos y seguir adelante” es el mensaje que quería dejar, dijo.

Mateo Rocha

Las demás protagonistas de la campaña, la imagen gráfica son Rafaela Lallana, Luz Ferreyra, Karina Nieva y Rosana Pereyra Reynoso.

Las cuatro explicaron por qué decidieron participar. “Me dio un poco de pánico cuando supe de la magnitud de la campaña, la exposición que tendría. Charle con mis hijos y ellos me alentaron a seguir y lo hice para poder ayudar a otras mujeres y decirles que no importa la edad que uno tenga que uno puede cambiar su cuerpo, (más allá de de los estereotipos que está sociedad tan consumista nos exige) La persona con sobrepeso sufre mucho. Una mujer con buen cuerpo y con poca capacitación consigue trabajo inmediatamente, una mujer con obesidad con gran conocimiento no lo tiene por el simple hecho de no tener el cuerpo estereotipado”, dijo Karina.

Por su parte, Luz quien es profesora de danzas señaló: “Decidí participar por mí, por mi hija y por mis alumnas. Para mí esta campaña refleja la actitud y no talla. Porque muchas veces me hicieron sentir que mi cuerpo era diferente y no el correcto para dictar enseñar una actividad física sin embargo eso me fortaleció y pude demostrar que se equivocaron en cerrarme puertas de trabajo que merecía. Y, por mi hija, porque los valientes salimos de nuestra zona de confort y debemos realizar nuestros propios caminos y debemos a animarnos a ir más allá sin importan el qué dirán

Rafaela, explicó que “Todas las personas tenemos una historia atrás .Las personas piensan muchas veces que uno quiere ser gorda o gordo porque quiere y no es así. La discriminación está en todos lados de la vida: en la familia, médicos, ropa, bares. La discriminación me llevo a aislarme y vivir encerrada por muchos años y no podía hacer cosas con mis hijos. Hoy quiero decir que después de tantos años de obesidad estoy logrando estar saludable y no es fácil”.

Por último, Rosana dijo: “Soy una persona que sufre y sufrió toda la vida de obesidad. Fui discriminada en muchas situaciones, sociales, laborales. Nunca fui delgada, desde niña soy así. Los comentarios son los peor, porque hieren y te marcan, te dicen cosas sobre tu cuerpo como “pareces una ballena” y muchas veces personas de tu misma familia. La obesidad es algo que se padece y cuesta sobrellevar”.

La campaña que fue pensada desde una visión estética - positiva en el marco de la perspectiva de género, es decir se buscó representar a las personas gordas desde una visión, no como víctimas sino desde lo positivo, con inclusión de colores para incidir en el mensaje estereotipado y negativo que se tiene sobre el sobrepeso y la obesidad.

Mesa panel

Cecilia Maza, Adriana Díaz y Patricia Perricone

Las organizadoras y acompañantes de la campaña también dejaron sus mensajes.

“Nos paramos desde un enfoque de derechos humanos. Estamos hablando de poner sobre la mesa aquello de lo que no se habla, lo que no se acepta y lo que no se quiere ver, luego trabajar en lo que eso significa y qué consecuencias tiene en las personas. Buscamos comprometernos con la convicción de poder cambiar conductas, entender que la sociedad así como está no está bien. No está bien lo que le pasa a los chicos y chicas en las escuelas quienes no pueden jugar como uno más. Es discriminación y es violencia", señaló Díaz.

Maza, destacó que “Esta campaña no es más ni menos que un acto de justicia social. Es algo que se plantea todos los días, en cualquier escenario de la vida diaria uno vive estas situaciones de discriminación. Como profesional de la salud creo fuertemente en lo que es la prevención, pero como mujer, madre, hija, compañera y vecina, creo que tenemos que dejar de pesar en incluir, formamos parte de esta sociedad y estamos incluidos. Me involucré y por esto que me atrevo y me animo a pedirle a todos que se involucren también y por sobre todas las cosas salgamos a la calle y salgamos a replicar este mensaje: Nuestros cuerpos no quieren tu opinión”.

Como profesional de la nutrición Perricone dijo: “Desde distintos espacios habíamos comenzado a abordarlo al tema para tratar la gordofobia y el pesocentrismo. No solo los entes de salud , sino los organismo gubernamentales, y la sociedad en general tenemos que deconstruir un montón de cosas que hemos llevado adelante; nuestras miradas, tenemos que empezar a reaprender aunque sabemos que nos va a llevar tiempo que es un proceso”.

Asimismo, agregó: “Estamos dando el puntapié inicial para hacer una sociedad más justa, más bondadosa, amigable. Desromantizar la obesidad tiene una implicancia, la obesidad no es balance energético solamente, tiene una multiplicidad de factores, sociales, emocionales medioambientales. Hicimos una mirada reduccionista del exceso de peso y no ayudó. El camino que tuvimos que hacer fue pasar hambre, o el medicamento, o la cirugía de estómago, que por sí sola ninguna de estas cosas sirvió para mejorar los indicadores. Tal vez no sirvió porque nos olvidamos que son personas, seres bio-psico -sociales que atraviesan duelos, emociones. Hay que pensar en modificar nuestra mirada. Una nueva forma de vincularnos y de incluir”, concluyó.