Desde San Pablo

La ciudad será copada hoy por dos movilizaciones que convivirán en simultáneo, casi un aperitivo de lo que podría ocurrir mañana, pero con el resultado puesto de la elección presidencial. De un lado, los motoqueros de Bolsonaro, con su líder al frente de la motociata – así le dicen aquí al espectáculo preferido del presidente – se reunirán en la plaza Campo de Bagatelle, en el barrio Santana. Casi en horario de diana militar. A partir de las 7 de la mañana.

A siete kilómetros de ese espacio verde, donde se levanta un monumento al avión 14 Bis de Santos Dumont, se juntarán los seguidores de Lula, al 2100 de la avenida Paulista, en la esquina con la calle Augusta. Se sumarán al acto-caminada que encabezará el máximo dirigente del PT, el candidato a gobernador del Estado de San Pablo y ex presidenciable, Fernando Haddad y el médico que completa la fórmula que se da como ganadora en todas las encuestas, Geraldo Alckmin.

Temor en las calles

Se teme que podría haber cruces entre partidarios del motoquero-presidente y del Partido de los Trabajadores y la izquierda. La marcha motorizada del oficialismo partirá a las 10.22. ¿Por qué en ese extraño horario? Porque la lista del militar es la 22. El loco en el lenguaje de la quiniela. El político de ultraderecha estará acompañado por Tarcísio de Freitas, rival de Haddad por la gobernación paulista - y el astronauta Marcos Pontes, dos ex ministros de Bolsonaro. Las motos, casi una parodia de desfile castrense, saldrán en recorrida hasta otra plaza, Armando de Sales Oliveira, pegada al Parque Ibirapuera, el pulmón verde más grande de esta capital. La agenda de Bolsonaro continuará en Joinville a partir del mediodía, ciudad del Estado de Santa Catarina, donde el actual mandatario deberá cambiar de transporte. San Pablo está separada de esa ciudad del sur por 520 kilómetros.

Menos pretenciosa será la caminata de los candidatos del PT y sus aliados. Convivirán entre la gente, cada a cara, como se vio en estos días previos a la elección, en campaña y de a pie. Uno de los aliados de Lula, Guilherme Boulos, referente de la izquierda en el PSOL (Partido Socialista y Libertad) firmó autógrafos y se sacó fotografías a las puertas de la Universidad Cásper Líbero, también sobre la Paulista, el jueves al mediodía. Hoy todos se juntarán a las 10 en un punto más céntrico, escenario de las grandes marchas pro y contra Bolsonaro en estos cuatro años de mandato cuasi militar. “Son fatos”, dicen aquí. O hechos. Y uno solo basta para aseverarlo. El presidente colonizó los distintos estamentos del Estado con efectivos militares en cargos clave hasta llegar en 2021 a 6175. El dato surge del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).

Tendencias

A las 18 se conocerá la última encuesta del IPEC, la consultora cuyos servicios difunde el grupo Globo. Si la tendencia de los anteriores sondeos se mantiene, aun con pequeñas modificaciones porcentuales, todo indica que seguirá vigente la posibilidad de que Lula gane en el primer turno. En cualquier escenario, con o sin ballotage pautado para el 30 de octubre, la incertidumbre pasó de las elecciones a las consecuencias que provoque su desenlace. Mañana a las 17 se cierra la votación y a las 20 se prevé que estarán disponibles los resultados. O como mucho, a las 21.

Especialistas en campañas que consultó este cronista señalan que sí podría demorar la resolución en las urnas electrónicas de un tema crucial. Si el futuro político de Bolsonaro termina este domingo 2 o se estira hasta fin de mes. En el PT están muy confiados en que se producirá lo primero. Muchos elementos pueden definir esa instancia. La cantidad de votos válidos, los porcentajes de abstención, pero sobre todo el miedo instalado en una sociedad que percibe cómo cambió la fisonomía de las calles. Hoy son mucho más violentas. Los asesinatos políticos recientes lo demuestran, lamentablemente.