La inflación de septiembre se ubicó en el 6,2 por ciento, por debajo de los valores de julio (7,4 por ciento) y agosto (7 por ciento), informó el Indec. El ministro de Economía, Sergio Massa, reafirmó que "para bajar la inflación se requiere de un camino a recorrer por la Argentina de orden fiscal, superávit comercial, cuidado de sus reservas y de una tasa de interés que aumente el atractivo de los ahorristas por tener operaciones en pesos".

Más allá de la desaceleración en relación a los dos meses previos, que habían marcado los mayores niveles de inflación de los últimos 30 años, el dato de septiembre refuerza el hecho de que los valores de la economía nacional se mueven a una velocidad definitivamente superior a los años anteriores. La inflación del 25 por ciento que dejó el segundo gobierno de CFK subió al 40 y luego al 50 por ciento cuando terminó el mandato Mauricio Macri. Ahora deambula en el escalón del 100 por ciento. 

El mayor impulso inflacionario proveniente de la suba de los precios a nivel global producto de salida de la pandemia y de la guerra en Ucrania junto al caos cambiario y político que derivó en la salida de Martín Guzmán y de Silvina Batakis y en medio de una fuerte inercia indexatoria no provocó un impacto puntual sino que trasladó la situación de precios hacia una instancia superior, de la cual no parece haber vuelta atrás en el corto plazo.

En lo que va del año, la inflación acumula un 66,1 por ciento y en doce meses muestra un 83 por ciento. Por encima de ese promedio ya se encuentra el rubro de prendas de vestir y calzado, que registra una suba anual del 118 por ciento, en un contexto de control de la competencia importada. El sector de restaurantes y hoteles presenta un alza del 99 por ciento, asociada a la recuperación de rentabilidad luego de la pandemia y el impulso del programa PreViaje, financiado por el Estado nacional.

Para fin de año, se espera que la inflación general se ubique en el orden del 100 por ciento en la comparación interanual. El ministro Massa dijo en relación al dato de precios de septiembre que "nos hemos planteado un camino descendente de la inflación, paulatino, serio, firme, en el que cada una de las metas macroeconómicas nos permitan plantear un resultado que estimamos que puede ser positivo, pero requiere que tengamos la conducta y la capacidad de sostener el camino que elegimos recorrer para cuidar el bolsillo de los argentinos. La inflación es el impuesto más destructivo que tiene una economía".

El Gobierno confía en que el orden fiscal y la acumulación de reservas irán reduciendo la dinámica inflacionaria, a pesar de que la suba de tarifas, la depreciación del peso y las altas tasas de interés, medidas que forman parte del actual programa económico, son factores que directamente inciden al alza en los precios.

Datos de septiembre

La variación de precios más importante correspondió a la prendas de vestir y calzado, que mostró un alza del 10,6 por ciento. A continuación se ubicó bebidas alcohólicas y tabaco, con el 9,4 por ciento. También sobresalió el aumento salarial de trabajadores de casas particulares, que impactó en equipamiento y mantenimiento del hogar, que subió un 6 por ciento, así como las subas de las tarifas del transporte público y el arrastre que dejó el aumento de los combustibles a fines de agosto, que impactaron sobre la división transporte.

La suba de alimentos y bebidas no alcohólicas, con el 6,7 por ciento, fue lo que más incidió en el índice general. Dentro de ese capítulo, se destacó verduras, tubérculos y legumbres (16,3 por ciento), aceites, grasas y manteca (14,2) y frutas, con el 7 por ciento.

A nivel productos de consumo esencial, la leche entera subió 11,2 por ciento en el mes y la manteca, 23,9. La harina de trigo avanzó 7,9 por ciento y el arroz blanco lo hizo en un 7,3 por ciento. El pollo entero subió 6,4; el aceite de girasol, 9,8 por ciento y el azúcar, un 13,4 por ciento.

Los productos medicinales, artefactos y equipos para la salud subieron 5,4 por ciento, mientras que los periódicos, diarios, revistas y libros, un 8,3 por ciento. Bien por debajo del promedio de inflación quedó el rubro de vivienda, agua, electricidad y gas, que subió 2,3 por ciento. También quedó relegado el segmento de comunicación, que subió 2,2 por ciento, mientras que educación lo hizo en un 3,4 por ciento.