Racing hizo lo que tenía que hacer en Santa Fe: derrotó 2 a 0 a Colón y se arrimó a un punto de Boca (47 a 48). Para poder pelear el campeonato hasta el final, deberá ganar los dos partidos que le faltan (ante Lanús de visitante y frente a River de local) y en paralelo, esperar que el equipo de Hugo Ibarra deje puntos en los tres compromisos que le restan (ante Newell's, Gimnasia e Independiente). Si bien desde lo numérico, Atlético Tucumán (45) y River (44) todavía tienen chances, da toda la impresión de que el título finalmente recaerá en Boca o Racing con una diferencia: Boca será el campeón si gana al menos dos de esos tres partidos que le quedan por delante.

Una ráfaga de dos goles en tres minutos le bastaron a la Academia para construir su triunfo: el partido se había planchado en el segundo tiempo y nada importante sucedía cuando a los 64 minutos, Piovi cortó una pelota y metió un pase punzante para el pique del colombiano Johan Carbonero, quien se llevó a la rastra a su marcador Nardelli y definió por debajo de la salida del arquero Chicco. Tres minutos más tarde, vino el golpe de gracia: el paraguayo Matías Rojas lanzó un corner desde la derecha, Moreno peinó en el primer palo y Copetti entrando por el segundo anotó el 2 a 0 que probó ser definitivo. Colón pudo haber descontado con un mano a mano que "Wanchope" Abila desperdició rematando afuera ante la salida del arquero Arias y una volea del juvenil Taborda que el arquero detuvo con esfuerzo. Pero no llegó a tanto.

En comparación con partidos anteriores, Racing parece haberse acomodado mejor en defensa. Ya no le llegan tanto como le llegaron Unión, Rosario Central y Defensa y Justicia y sostiene su intención de afirmarse en la tenencia de la pelota. Emanuel Vecchio no tuvo una tarde inspirada y encima, Carlos Alcaraz lo reemplazó a los 35 minutos del primer tiempo por una posible lesión en los ligamentos de su rodilla izquierda. Pero la velocidad de Carbonero por la izquierda le resolvió todos los problemas. El repaso de los apuntes no permite dudas: salvo las dos del final, todas las situaciones de peligro le correspondieron a Racing. Colón apostó sus fichas al juego directo en procura de Abila. Pero ninguna tuvo premio.

Por eso, Racing resolvió con autoridad un partido que en la previa se presentaba complicado. Tal vez tardó más de lo debido en concretar su superioridad en la red. Pero cuando pudo hacerlo, el resultado quedó en sus manos. Y llega a la recta final del campeonato con buenos números (siete fechas sin derrotas con seis triunfos y un empate) y mejores sensaciones. Desde lo anímico y lo futbolístico, Racing revalidó sus pretensiones de pelearle el título a Boca. Habrá que ver ahora para que lado pica la pelota.