Juicio de lesa humanidad tras juicio de lesa humanidad, sobrevivientes del horror, madres, padres, tíes, hermanes a quienes el horror les arrancó seres querides traducen fragmentos de sus vidas en prueba judicial para buscar verdad y justicia. Con la intención de que esos relatos no queden encapsulados en las salas de audiencias, el objetivo de transmitir esas experiencias y la convicción de que su puesta en circulación contribuye en gran medida a la construcción colectiva con las nuevas generaciones acerca del genocidio de la última dictadura, la Secretaría de Derechos Humanos los convirtió en Microrrelatos, una serie de cortos audiovisuales que se pueden ver en la previa de cada película que se emite en el Complejo Gaumont-Incaa.

La voz de una mujer que, en sollozos, cuenta el secuestro de su mamá, su hermano y su papá, la familia Páez, se oyó en el juicio por la causa Laguna Paiva y, también introduce el corto “Horno de Ladrillos”, ilustrado con dibujos sencillos en blanco y negro. En “El secreto”, el protagonista es el teniente Omar Barbieri, quien intentó quedarse con documentos secretos del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “El Vesubio”. Con el sonido del agua corriendo por el Río de Villa Paranacito, una voz reproduce el testimonio de un vecino de las islas que cuenta el hallazgo de cuerpos flotando en el agua. Todos los relatos audiovisuales no duran más de dos minutos, pero condensan el corazón de cada causa judicial, la escencia de las militancias y las resistencias en años de terrorismo de Estado.

A través de un convenio firmado entre la Secretaría de Derechos Humanos y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), los 58 cortos que componen “Microrrelatos. Historias breves de los juicios de lesa” comenzaron a proyectarse en la previa de cada película ofrecida por el complejo de cines ubicado a cuadras del Congreso nacional en agosto pasado y lo seguirán siendo hasta fines de esta semana.

Las producciones, no obstante, comenzaron a nacer hace poco más de un año, en el marco de la página web sobre el proceso de judicialización de los crímenes de la última dictadura cívico militar eclesiástica que lanzó la Secretaría dirigida por Horacio Pietragalla Corti en mayo de 2021.

En tren de generar contenido para esa web que aporta información y análisis sobre los debates orales y públicos de lesa humanidad que se están llevando a cabo en todo el territorio, “el desafío que teníamos era el de amplificar las audiencias que de por sí se transmitían de manera virtual”, apuntó Ángela Molina, integrante del equipo encargado de investigación y producción de la web y de los microrrelatos. Por entonces, la pandemia aún impedía que los juicios se realizaran de manera presencial.

Entonces, surgió la idea de condensar en pequeñas producciones audiovisuales basadas en ilustraciones el corazón de algunos testimonios que surgían en las audiencias. Así, el equipo de investigación, que se nutrió con documentación del Archivo Nacional de la Memoria para la elaboración de los episodios, y del trabajo de ilustradores y realizadores audiovisuales y digitales, seleccionó, guionó y produjo las piezas. Las historias están ilustradas o animadas, y narradas en algunas ocasiones con las voces de las y los sobrevivientes, familiares y testigos, abogades de las querellas de los juicios obtenidas de las propias audiencias, en otras con voces de actores, actrices, estudiantes de teatro. Entre los y las artistas que participaron se encuentran Guadalupe Marín Burgin, Ezequiel Cavia, Hugo Goldgel, Leandro Torres, Lucía Serra Faraci, Santiago Longo Azuaga, Bernardo Lobo, José Luis Ottati, Gabriel Glaiman y Luis Abregú, entre otros. Hubo aportes de referentes de cada provincia convocados a través del Consejo Federal de Derechos Humanos, algo que incorporó una mirada local a la construcción de las narrativas que sucedieron fuera de Buenos Aires.

“Lo más interesante es que se cumple un objetivo fundamental de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que es sacar los juicios de las salas de audiencia, llegar a las comunidades”, resaltó Molina.