Las consecuencias inmediatas y a largo plazo en la salud de las personas que residen en Rosario y alrededores por las quemas de pastizales en el Delta del Paraná, ocurridas en agosto cuando hubo una fuerte exposición al humo, están siendo analizadas por un grupo de investigadores de la ciudad a partir de una encuesta de la que participaron unas siete mil personas. La muestra para conocer la percepción del impacto en la salud por los incendios está encuadrada en un proyecto de estudio medioambiental realizado por grupos de investigación del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER) y del Instituto de Física Rosario (IFIR), instituciones dependientes del CONICET y la UNR, junto con la Plataforma de Estudios Ambientales y Sostenibilidad de la UNR (PEAS-UNR). En una segunda etapa, cuando no haya quemas activas y por ende menor exposición, se realizará una nueva encuesta donde se harán las mismas preguntas a la ciudadanía. Entre otros aspectos, los datos permitirán establecer si las personas que viven en el Distrito que está más cerca de la pluma de humo son las que más refieren síntomas. 

"Hubo una excelente participación, y fue bien representativa de cada lugar. Los resultados están siendo analizados en general, todo se carga en una base de datos y hay que empezar a hacer correlaciones", explicó el doctor Ledit Ardusso, jefe del servicio de Alergia del Hospital Centenario. "Nuestra intención fue ampliar un poco más la muestra para empezar a discutir cuáles han sido los impactos en la salud", indicó la doctora Adriana Ipiña, directora del Grupo Calidad de Aire y Mediciones Satelitales de la plataforma de Estudios Ambientales y Sostenibilidad (Peas-CEI-UNR).

Con el objetivo de establecer un puntapié inicial para avanzar en la elaboración de una mayor cantidad de proyectos, los grupos de investigación de IDICER y del IFIR elaboraron la encuesta voluntaria y confidencial "El Humo en la Salud" que muestra la percepción de la gente respecto del humo producido por la quemas intencionales de pastizales en la zona de islas. "La gente grita cuando lo ve, y cuando no ve la polución no grita y en eso está aspirando una cantidad muy similar a la que aspiraba cuando lo veía, la percepción es una historia y la exposición es otra", planteó Ardusso. 

"Lo que tratamos de hacer es mostrar qué es lo que la gente siente en épocas de exposición, ahora, y esto va a ser comparado con una siguiente etapa, de acá en cinco meses, en una época donde no haya quemas activas y no haya exposición y se le pregunte lo mismo a la gente. Seguramente habrá muchas menos respuestas, uno lo vio cuando lanzamos esto, que justo cayó en uno de los peores días. Los primeros dos días se llenó de encuestas y los siguientes tres o cuatro, cuando mejoró la condición, la cantidad de encuestas fueron menos", explicó el investigador. 

"Esa es una primera parte donde claramente hay síntomas que están relacionados con la parte respiratoria, pero debemos mirarlo en un contexto más complejo, a largo plazo. Toda esta exposición tiene consecuencias inmediatas, es lo irritativo que le produce a la gente en general, y en particular a la gente que ya tiene una patología previa respiratoria como asma o EPOC, lo que puede significar una exacerbación o un empeoramiento de su condición previa", agregó el profesor adjunto de Alergia e Inmunología de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR. 

Ledit Ardusso, jefe del servicio de Alergia del Hospital Centenario.

"Y en lo mediato, sobretodo en niños sanos, en lo que tiene que ver con exposición crónica a polutantes y desarrollo pulmonar, que obviamente no es un dato menor, diría que es uno de los más preocupantes, como así también el ecocidio que se está produciendo y tiene una repercusión directa en lo medioambiental, y eso también hay que mirarlo de esa forma", consideró Ardusso.

La encuesta fue bien representativa de cada lugar y los resultados están siendo analizados por el grupo que lleva adelante la investigación. "Están los datos respecto al número de encuestas, porque esto aplica a Rosario y zonas aledañas, cuántos pacientes referían tener tos u otros síntomas. Los que tienen que ver con relación; es decir, si los pacientes tienen antecedentes respiratorios son los que más refieren tal o cuál síntoma. Incluso, de acuerdo a los Distritos de Rosario están siendo divididos para ver si la gente que está más cerca de la pluma de humo son los que más refieren síntomas, creemos que van a salir datos muy interesantes", señaló el investigador. 

"Quisimos recoger esa percepción de las personas porque no había hasta el momento una encuesta de esa magnitud, solamente se tienen algunos registros en el Hospital Centenario, la UNR habilitó un número telefónico para que las personas que tuvieran problemas respiratorios o alguna afección llamen ahí. Nuestra intención fue ampliar un poco más la muestra para empezar a discutir cuáles han sido los impactos. No quiero decir que tengamos que esperar mucho tiempo para tener alguna estimación o resultado de lo que estamos respirando", dijo Ipiña. 

La investigadora sostuvo que "si bien hay una parte técnica muy específica, como la disciplina que estudia Ardusso en el área médica y también en la de epidemiología ambiental, cuyos resultados están relacionados a las variables ambientales y el efecto directo en las consultas por problemas respiratorios, eso tardaría un poco más tiempo como para tener un dato cuantitativo de cuál es el impacto en la población". 

En uno de sus últimos informes, desde el IFIR señalaron que la contaminación por material particulado PM2.5 que afectó a Rosario, los días 12 y 13 de septiembre de 2022 ha sido entre las más altas en valores máximos alcanzados, de 507 𝜇gr/m3 el día 12 y de 892 𝜇gr/m3 el día 13. Este último valor para situación de contaminación principalmente por humo proveniente de incendios en las islas del Delta del río Paraná, es similar a los valores máximos registrados por estaciones de contaminación del aire en Beijing, China. 

El promedio de 24 horas del día 13 de septiembre de 2022, subrayaron, resultó ser 5 veces mayor al límite máximo de 15 𝜇gr/m3 recomendado por la OMS. Ya en el primer informe que realizaron para conocer el impacto de las emisiones derivadas de la quema de pastizales en el Delta del río Paraná en el periodo junio-agosto del 2022, precisaron que los días 8 y 10 de agosto se han registrado altas concentraciones de PM2.5 y PM10 durante varias horas. De los días analizados, exceptuando el 9 de agosto, los promedios de concentración de PM2.5 superaron los límites recomendados por la OMS. Mientras que para el promedio diario del PM10, solo el 9 y el 10 de agosto se mantuvieron por debajo.

"Son partículas muy pequeñas, conocidas como partículas finas, que logran entrar a las vías respiratorias que se pueden almacenar en los pulmones y tienen una alta peligrosidad en la salud", afirmó Ipiña. El trabajo realizado por el equipo de investigación, y las declaraciones periodísticas realizadas por Ipiña fueron tenidas en cuenta por la fiscal extrapenal María Laura Martínez, quien hace unos días presentó una demanda contra 19 rosarinos -todos propietarios de terrenos en las islas-, pidiendo que se declare su responsabilidad por daño ambiental indirecto contra la población de Rosario. 

"Es muy alentador que se considere nuestro trabajo científico para realizar acciones gubernamentales. El conocimiento que genera la academia puede ser una herramienta muy útil para implementar mejores políticas públicas en el cuidado del medio ambiente", concluyó la investigadora.