La arqueología pública es una especialidad que aborda la dimensión política de la arqueología, es decir, el lugar que ocupa la disciplina en el contexto social y político en el que actúa. Se preocupa por la divulgación científica, los conflictos con pueblos originarios y reclamos de restitución y participación en torno a su patrimonio cultural, la forma en que se presenta la información en museos y medios de comunicación, el manejo público del patrimonio, el tráfico ilícito de piezas y las arqueologías de contrato y/o rescate ante grandes obras.

El suelo pampeano encierra un patrimonio incalculable, con yacimientos de gran riqueza al alcance de la mano. Es por eso que los talleres “Tejiendo redes: patrimonio en territorio. Pasos para una arqueología pública en La Pampa”, impulsados por la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) en las localidades de Puelén y Macachín, se enfocaron a interiorizar en esa temática a docentes, investigadores, estudiantes, funcionarios, representantes de comunidades indígenas y aficionados en general.

Los municipios no fueron elegidos al azar. Puelén es una localidad cuyos alrededores poseen una marcada presencia de sitios arqueológicos y cuenta entre sus vecinos con importantes referentes culturales.

Macachín, por su parte, fue epicentro en 2021 de una batalla judicial. La Policía Federal allanó los domicilios de Víctor Cabrera e Ignacio Medina para secuestrar elementos arqueológicos que, como aficionados, habían recuperado mediante un trabajo de campo propio. Se trataba de una importante muestra de la cultura material de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX que incluía objetos de los pueblos originarios y de manufactura criolla e importada, extraídos en zonas rurales, desde bolas de boleadoras hasta botellas de vidrio, fragmentos de vajilla de losa y botones de chaquetas militares.

Sobreseídos este año, participaron de los talleres, en los que se llegó a la conclusión de que, en el marco de las leyes proteccionistas, es posible y hasta necesaria la coexistencia de aficionados y de científicos en las tareas arqueológicas y paleontológicas.

Ignacio Roca, profesor de Antropología y coordinador de los talleres junto con Yamila de La Arada, detalló al Suplemento Universidad: “En Puelén hubo poca participación de las autoridades comunales, pero mucha de personas interesadas en el tema de la localidad vecina, 25 de Mayo: escritoras, investigadores, docentes y el director de Turismo de 25 de Mayo, entre otros. En Macachín hubo más presencia oficial: el intendente, concejalas, diputadas provinciales y vecinos implicados en el tema por un conflicto reciente que hubo (coleccionistas e investigadores aficionados). En ambos casos también nos acompañó la lonko Laura Cuevas de la comunidad mapuche Choyke Newen de Santa Rosa”.

Los talleres fueron organizados por el Instituto de Estudios Socio Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, como parte de una acción de extensión universitaria, resultado del “trabajo que muchas y muchos venimos haciendo en torno a la arqueología y antropología pampeana, más específicamente al trabajo participativo con comunidades indígenas y gestión de patrimonio cultural”, agregó Roca, profesor de Antropología por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y magíster en Estudios Sociales y Culturales por la UNLPam.

Conocer versus poseer

La ley nacional 25.743 protege el patrimonio nacional, provincial y municipal. En La Pampa, además, existen las leyes provinciales 2.083 y 3.104, esta última sancionada en 2018, con el objetivo de preservar, rescatar, conservar y difundir el patrimonio arqueológico y paleontológico local. La Secretaría de Cultura pampeana es la autoridad de aplicación y quien debe otorgar los permisos necesarios a profesionales idóneos para la realización de trabajos arqueológicos y paleontológicos en el territorio provincial.

Sin embargo, la tardía sanción del marco legal, el hecho de permanecer pendiente su reglamentación, los constantes hallazgos de materiales y las problemáticas causadas a partir del coleccionismo particular pusieron de manifiesto la necesidad de generar un espacio de diálogo y asesoramiento que nuclee a todas aquellas personas e instituciones interesadas por el patrimonio arqueológico. Ante este panorama, la UNLPam se abocó a la tarea de asesorar y capacitar ante hallazgos fortuitos y situaciones de tenencia de materiales que requieran regularización, presentando los aspectos claves de la legislación provincial.

Represa prehispánica en Cerro de los Viejos. Imagen: Gentileza Ignacio Roca.

Las jornadas apuntaron a crear canales entre los saberes académicos y aquellos que portan los numerosos actores locales que construyen lazos simbólicos y afectivos muy fuertes con sus paisajes y territorios. Allí, los participantes manifestaron diversas preocupaciones que rondaron sobre el proceder ante el hallazgo de un material. ¿Qué les aconsejaron los académicos a los vecinos? “Que no toquen, porque se corre el peligro de disociar material de su contexto y perder información vital de manera irreversible. También que marquen el sitio, saquen fotos y avisen a autoridades y especialistas. Y que contemplen la posibilidad de ser parte fundamental de la investigación arqueológica junto a los equipos de profesionales, desde un enfoque que invita a conocer más que a ‘poseer’. Su conocimiento del territorio es fundamental para el conocimiento científico y viceversa”, explicó Roca.

“El objetivo de esta acción de extensión es sumar un pequeño aporte a la tarea de comunicación entre universidad, autoridad de aplicación estatal y actores locales, sobre todo de ámbitos rurales; entre el público interesado, medios de comunicación y los equipos de arqueología que trabajan en la provincia; y entre estos últimos y comunidades indígenas”, destacó quien fue director de Patrimonio provincial entre 2016 y 2020.

El investigador anticipó que planifica “procesar esta experiencia y escribir un artículo académico y un artículo de difusión”. Luego, prevé armar un proyecto de extensión universitaria y formalizar un espacio en el Instituto de Estudios Socio Históricos que se dedique específicamente a la arqueología publica de La Pampa para seguir trabajando en esa temática.