“Nuestra solución está basada en la utilización del mecanismo de los precios: pagar por órganos”. Sostiene parte de la ponencia de la “Economía de los trasplantes de órganos: los incentivos importan”, que presentó Julio Elías, profesor de la Universidad del CEMA (Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina). 

Su conferencia inauguró las Segundas Jornadas de Investigación en Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), que comenzaron el jueves último.

“Sería una solución utilitarista”, sostuvo el ponente al ser consultado por Salta/12, no sin antes afirmar que la investigación fue también realizada por el fallecido premio Nobel de Economía, Gary Becker, entre otros economistas estadounidenses.

“Esto va contra la dignidad humana”, retrucó el director del CUCAI en Salta, Martín Flores. Desde la organización del evento, se afirmó que “las jornadas de investigación no son ideología”. Sin embargo, el rectorado de la casa de altos estudios, difundió ayer mismo un comunicado para hacer “saber que no participó ni promovió la organización de dicha conferencia”.

El mercado de “donantes vivos”

El “análisis económico” aborda los costos de diálisis, la cantidad de personas que mueren a la espera de un trasplante, y la posibilidad de que esto se revierta abriendo un mercado para donantes vivos, que reciban un pago por donar órganos.

La posibilidad es impensada e incluso está prohibida en la mayoría de los países, menos en Irán. Si bien Elías afirmó que allí el problema de lista de espera se resolvió, también reconoció que quienes más ofrecen sus órganos para ser vendidos y trasplantados son personas en situación de mayor vulnerabilidad económica.

Defendió también el hecho de que en estudios realizados entre la población estadounidense, hay al menos un 50 por ciento de encuestados en un estudio experimental, aceptaron el sistema de incentivos. En ese marco añadió que muchos países están evaluando dar algún tipo de reconocimiento por la donación de órganos ante la falta de soluciones efectivas al grave problema de quienes padecen enfermedades renales severas.

“Hay un debate que apunta a quien tiene que decidir. Contribuimos al debate dando información”, afirmó Elías. 

“El ser humano pasaría a ser un objeto”

"Me encantaría que nos invitaran para hacer un debate del tema”, dijo Flores respecto de la actividad organizada por la Facultad de Ciencias Económicas de la unviersidad pública de Salta. 

En declaraciones a Radio Nacional el director del CUCAI dijo que celebra los espacios de discusión propuestos pero le hubiera gustado poder debatir la posición de Elías, dado que entiende que desde el momento en que el conferencista habla desde su idoneidad como economista “hay una marcada tendencia hacia cierta ideología”.

Al insistir en las claras posturas ya expuestas por el INCUCAI, ante las manifestaciones del diputado nacional Javier Milei, que apuntan también a este "nuevo mercado",  Flores sostuvo que se debe tener presente que con una alternativa como la planteada por Elías “el ser humano pasaría de ser un sujeto a un objeto”. Esta perspectiva generaría una vulneración en la “política de derechos humanos a nivel mundial”, desde el momento que “entramos a dar un precio al cuerpo”.

La propuesta de Elías apunta a que sean los gobiernos los que pongan precio a los órganos y los solventen. “No hay margen para esto”, advirtió Flores al ponderar el principio sobre el sujeto como tal.

Asimismo, rechazó que se haga un tratamiento liviano sobre el tema y manifestó la necesidad de tener un espacio en estos debates para abordar su complejidad, dado que mirar al humano como objeto es vulnerar la integridad de la persona e ir “contra la dignidad humana”, sostuvo. 

“No son ideología”

Por su parte, Teodolinda Zuviría, organizadora del evento de la Facultad de Económicas, sostuvo que las jornadas surgen como respuesta a uno de los ejes estratégicos que se planteó la carrera: el fortalecimiento de la investigación. Explicó que como esta línea es incipiente, se busca que en la Facultad se adquiera “un vuelo intelectual muy importante a través de esta exposición de conferencistas de referencia nacional e internacional”.

Destacó la figura del “doctor Elías”, por haber trabajado junto a “Gary Becker, Premio Nobel de Economía”, que, afirmó, expuso esta propuesta en al menos cuatro publicaciones mundiales de importancia.

Al ser consultada por las consideraciones que esto podría implicar ante la ya conocida propuesta de Milei, respondió: “las jornadas de investigación no son ideología. Cuando uno presenta un trabajo en una jornada no se toma una postura ideológica, sino que se muestra en el trabajo como en la economía existirían otras herramientas que podrían dar solución al problema de los órganos”. Y añadió que de ninguna manera se puede decir que “esto sostenga una postura de lo que hay que hacer. Sino que muestra posibles soluciones a algunos problemas”.

Ideología o no, frente a las reiteradas consultas que ayer se recibieron, el rectorado de la UNSa emitió un comunicado.

“Ante las consultas reiteradas sobre la realización de la conferencia ‘La Economía de la Donación de Órganos’, organizada desde la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales; el Rectorado de la Universidad Nacional de Salta, recuerda que cada facultad de esta Casa de Altos Estudios tiene la libertad de planificar sus actividades académicas. Es por ello que, en el caso de la actividad antes mencionada, este Rectorado hace saber que no participó ni promovió la organización de dicha conferencia”, sostuvo. 

Manifestó también que en el país “la donación de órganos es voluntaria y gratuita”, que se “prohíbe expresamente su comercialización”, y que queda vedada cualquier posibilidad de trasplante “cuando no se respeten los principios de voluntariedad, altruismo o gratuidad”, o cuando se dé una “contraprestación u otro beneficio por la donación de órganos, tejidos o células o intermediación con fines de lucro y la realización de cualquier actividad vinculada a esta ley sin respetar el principio de confidencialidad”.

También valoró el cambio de paradigma que permitió la aprobación y reglamentación de la Ley 27.447, conocida como Ley Justina