En 1989 se jugó el primer Mundial de Futsal masculino en Países Bajos. Después de 33 años y con vistas a la décima edición del torneo, las jugadoras de esta disciplina siguen a la espera de un Mundial femenino que nunca se organizó. En 2015 y 2021 tuvieron dos reuniones con la FIFA en las que se les prometió que el futsal iba a ser parte de la estrategia de desarrollo de fútbol femenino, pero todo quedó en eso: promesas.

En la previa de Qatar 2022 y en un momento en el que fútbol femenino está en pleno crecimiento, Página/12 habló con Julia Dupuy, integrante de la Selección Argentina y una de las máximas referentes de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala. El 2 de noviembre las deportistas de 11 Selecciones decidieron jugar su última carta y romper la confidencialidad de estos encuentros que tuvieron con la directora de estrategia de fútbol femenino de la FIFA. ¿De qué manera? Publicaron dos videos en las redes sociales de la asociación con el objetivo de dar a conocer su reclamo en todo el planeta y conseguir una reunión presencial y oficial con la máxima autoridad de la FIFA. “Una reunión sería una victoria”, aseguró la jugadora.

Este medio se comunicó con la máxima institución futbolística para conocer el estado del proyecto con respecto a la organización de este torneo. Desde prensa de la FIFA contestaron que están en proceso de consulta a las partes interesadas sobre el concepto de una Copa Mundial de Futsal Femenina dentro de un enfoque estratégico global del fútbol femenino. Además, agregaron que no hay un calendario definitivo para una decisión. Según Dupuy, medallista de plata en Asunción 2022, este es el mismo mail que la entidad responde desde 2015.

Dupuy juega al futsal desde los 14 años. Empezó su carrera en Boca, siguió en Sportivo Barracas y Racing y luego emigró a Italia, donde estuvo un año. Desde hace tres es parte del Poio Pescamar de España. “Me enteré de la asociación y me involucré. Pero a mí lo que me gusta es competir. Cada vez que juego con la Selección siento lo que sentí por primera vez cuando tenía 15 años. Me encantaría alguna vez jugar un Mundial”, afirmó la mediocampista.

- ¿Cómo surgió este reclamo?

- Surgió todo de un sueño. Es muy loco pero nos dimos cuenta de que nunca nos habíamos reunido todas porque nunca hubo Mundial. Una española nunca se reunió con una japonesa o una neerlandesa. Fue súper difícil traer a todas. Nos juntamos en Madrid para la realización de los videos. Creo que al día de hoy no tomamos dimensión de lo que hicimos.

- ¿Cómo fue la producción y cómo hicieron para juntarse?

- Fue estresante porque todas jugamos y no podíamos faltar al entrenamiento. Pedimos permiso a los clubes y a las selecciones. Quisimos traer a una jugadora de Irán y hasta hablamos con la embajada de España en Irán.

Con la AJFSF hicieron un informe general de la situación de todo el mundo que trata no solo sobre la desigualdad de género respecto al futsal masculino sino también sobre la discriminación de la FIFA dentro del mismo comité de mujeres. “Hubo un programa de desarrollo del fútbol femenino que decía que se iban a hacer cosas para el futsal, pero no se hizo nada", afirmó Dupuy.

- ¿Cómo ves el panorama?

- Este pedido es nuestra última carta. En 2015 y 2021 nos juntamos con la FIFA en dos ocasiones. En la última con la directora de futbol femenino de la FIFA. Nos prometieron un montón de cosas, que el Mundial se iba a hacer en 2024 y por ahora nada ¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar? En 2024 va a ser el Mundial masculino número 10. ¿Y nosotras? Lo que estamos pidiendo es absurdo ¿Cómo vamos a estar pidiendo jugar?

- ¿Cómo puede influir la organización del Mundial al futsal?

- El Mundial puede significar un antes y un después para este deporte. Las Selecciones van a invertir en su equipo si tienen Mundial para jugar. También fue un antes y un después el Mundial de Francia de fútbol femenino, la gente cree que el boom fue de casualidad y no. Hubo una bajada de línea de la FIFA. El futbol femenino es la prueba exacta de que si tenés el apoyo y la inversión de FIFA se pueden lograr muchas cosas.

“Ya estoy cansada de hablar de estas cosas, quiero estar enfocada en entrenar. Esto es agotador. Necesitamos una reunión urgente. Si no nos escucharon antes, ahora nos tienen que ver”, concluyó Dupuy que se jugó junto con sus compañeras la última carta para que el futsal femenino pueda cumplir un sueño que debería ser realidad desde hace 33 años.