Se aproxima el Mundial 2022 y los últimos detalles comienzan a ponerse en marcha. Con el técnico Lionel Scaloni ya en Qatar esperando al equipo, se palpita el máximo torneo del fútbol que comenzará en 12 días.

De hecho, en las últimas horas llegaron los primeros cargamentos con la indumentaria de la Selección y con algunos productos particulares, como caramelos, dulce de leche, yerba mate y carne argentina.

El búnker donde estará La Scaloneta durante la competición no está exenta de pedidos particulares para brindar la mayor comodidad posible a los jugadores. Así, el equipo de Lionel Messi parará sus días en la Universidad de Qatar, un predio de más de 8 kilómetros cuadrados y que tiene, por sus dimensiones, múltiples líneas de colectivo y de metro que lo atraviesan.

Hay un dato que no es menor. A 20 metros del predio elegido hay unas impecables canchas de fútbol en las la Albiceleste entrenará día a día.

Además, la Selección pidió una serie de reformas en el predio. Por ejemplo, la creación de un quincho con parrilla y capacidad para más de 100 personas. Estará destinado a las cenas y almuerzos de los jugadores, pero también para que puedan recibir a sus familiares y allegados en los días permitidos.

También la AFA solicitó la creación de espacios especiales para el lavado y planchado de indumentaria con los que la universidad no contaba.

El objetivo es claro, adaptar el búnker para que los jugadores pasen sus días lo más cómodos posible y transitan la universidad como si fuese un hotel de cinco estrellas.

En este sentido, entre los pedidos de La Scaloneta también aparecen la posibilidad de sumar televisores en las habitaciones, que no tenían; y que se reemplacen las camas, porque eran pequeñas y ninguna supera el metro ochenta de largo, lo que atenta contra el descanso de muchos de los futbolistas argentinos.

Todas las reformas tendrán tiempo de vencimiento. Esto se debe a que Qatar puso una particular cláusula en el contrato por la que el predio deberá quedar en las mismas condiciones que antes de empezar el Mundial. Por eso, desde la AFA decidieron no comprar los elementos que entrarán en juego con estas reformas y, en cambio, se volcaron por la idea del alquiler.