Un tornado azotó este miércoles por la tarde a la ciudad de Malargüe, provincia de Mendoza. El fenómeno climático fue confirmado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) que explicó que se dio "en medio del desarrollo de tormentas de variada intensidad" que se registraban en la zona.  El tornado fue filmado y el video se viralizó en las redes sociales.


El área estaba bajo alerta por tormenta de nivel amarillo, según informó el SMN. La inestabilidad meteorológica se tradujo en otros sucesos que se dieron en las últimas horas: una tormenta de granizo en algunos puntos de San Rafael, la llegada del viento Zonda en la precordillera y las altas temperaturas en otros puntos de la provincia.

El tornado que azotó Malargüe

En la tarde del miércoles, la ciudad ubicada en el pie de la cordillera fue sacudida por un tornado que no estaba previsto. La alerta amarilla del SMN solo había anticipado posibles tormentas fuertes en el sur y este de Mendoza.

El video, que fue captado por un testigo presente, muestra como en el predio del Yacimiento El Corcovo el viento empezó a arremolinarse y como el aire fue poco a poco concentrándose, girando sobre sí mismo.

El tornado comenzó a absorber los elementos más livianos a su alrededor que salieron disparados. Pese a la situación caótica, la ciudad se muestra aliviada ya que no hubo heridos ni víctimas fatales.

No es la primera vez que Malargüe vive una situación de este tipo. En enero de 2022, en medio de condiciones de gran inestabilidad meteorológica, la ciudad también sufrió otro tornado de estas dimensiones.

¿Qué hacer frente a estos fenómenos climáticos?

El nivel amarillo significa posibles fenómenos que pueden producir algún tipo de daño o interrumpir momentaneamente las actividades cotidianas de las personas afectadas.

Tras conocerse las imágenes del tornado, el SMN difundió una serie de recomendaciones para los habitantes de las zonas donde el clima se mantiene adverso: no sacar la basura, retirar objetos que impidan que el agua escurra y evitar las actividades al aire libre.

Así como no refugiarse cerca de árboles y postes de electricidad, dado que puedan caerse; no ir a playas, ríos, lagunas o piletas, para minimizar el riesgo de ser alcanzado por un rayo; y estar atento ante la posible caída de granizo.

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