Este martes por la tarde, en la casa de La Plata donde el odontólogo Ricardo Barreda exterminó a escopetazos a su familia, se realizará un homenaje oficial a las cuatro víctimas: su esposa, Gladys Mac Donald, su suegra, Elena Arreche, y sus hijas Cecilia y Adriana. 

El acto que conmemorará los 30 años de la masacre será encabezado por la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, quien reafirmó la voluntad de reconvertir esa casa en un centro de atención para víctimas de violencia de género.

El acto se realizará a las 17 en la casa, ubicada en la calle 48, entre 11 y 12, en el centro platense.

Cuatro femicidios en pleno centro de La Plata

El 15 de noviembre de 1992, Barreda -que murió en mayo de 2020-, asesinó a escopetazos a Mac Donald, de 57 años; Elena Arreche, de 86; a Cecilia, de 26, y a Adriana, de 24. 

Luego, subió a su auto y fue a pasear al zoológico de La Plata, tras lo cual manejó hasta Punta Lara para tirar allí la escopeta Sarrasqueta con la que cometió los crímenes. 

Más tarde, pasó a buscar a su amante, con quien almorzó en una pizzería y pasó el resto del día.

Al anochecer, cuando regresó a su casa, llamó a la policía y dijo que había encontrado asesinada a toda su familia, algo que atribuyó a un posible intento de robo.

Con el correr de las horas, mientras los peritos trabajaban en su casa, Barreda confesó la autoría de los asesinatos, pero dijo que disparó contra las cuatro mujeres por "los maltratos que recibía de todas ellas". En 1995 fue condenado a prisión perpetua.

Barreda y la libertad

En mayo de 2008, Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata tras ser beneficiado con el régimen de arresto domiciliario a condición de que conviviera con alguien que se hiciera responsable por él. 

El femicida, entonces, fue a vivir con su nueva pareja, Berta "Pochi" André, a quien había conocido cuando ella realizaba visitas en el penal donde él cumplía su condena.  La mujer falleció en julio de 2015, debido a problemas neurológicos que, además, habían llevado a los peritos a desaconsejar su convivencia con el ex odontólogo, porque podía ser peligroso para ella.

Meses después, en diciembre de 2015, Barreda recibió la libertad condicional, y en mayo de 2016 se declaró "extinguida la pena" que pesaba sobre él, al tiempo que se hicieron "cesar las accesorias legales impuestas". Desde entonces, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia. 

Seis días después, Barreda fue internado en el hospital zonal “Magdalena Villegas de Martínez”, de General Pacheco, por problemas de salud mental. Dos días antes una mujer lo había encontrado en un pasillo del centro médico; Barreda decía llamarse Alberto Navarro y haber sido abandonado por su familia. Alguien lo reconoció y huyó. Pero su imagen en el lugar se viralizó porque la mujer que habló con él había llegado a tomarle una foto que luego posteó en Facebook.

Tiempo después, el ex odontólogo regresó al lugar y permaneció internado allí durante 457 días por un cuadro de salud mental, dijeron entonces los médicos que lo asistieron. Durante su internación, tuvo problemas con algunas enfermeras, que denunciaron que las maltrataba.

En julio de 2017, fue enviado a una pensión de General Pacheco, tras lo cual se mudó a San Martín, donde quedó alojado varios meses en el Hospital Eva Perón. 

Finalmente, el 10 de marzo de 2020 quedó internado en el geriátrico "Del Rosario", de José C. Paz, donde murió el 25 de mayo, a los 84 años.

Un lugar detenido en el tiempo

Hace dos meses, la casa en la que Barreda perpetró los femicidios volvió a ser abierta para retirar dos autos que permanecían todavía en el lugar, en el marco del inicio de los trabajos de limpieza que permitirán reabrirla como un centro de atención a las víctimas de violencia de género.

Como parte del proceso para rehabilitar el lugar, antes de que las autoridades provinciales traspasen formalmente el inmueble al municipio, una grúa retiró del garaje un viejo Ford Falcon y un DKW que habían pertenecido al odontólogo y se hallaban abandonados desde el cuádruple femicidio. La última vez que el dentista usó ese Falcon fue para llegar hasta Punta Lara, donde arrojó la escopeta Víctor Sarrasqueta con la que exterminó a su familia.

En octubre de 2021, cuando se consolidó la toma de posesión de la casa, la ministra Díaz explicó que la vivienda de la familia Barreda sería entregada a la Municipalidad de La Plata "tal como establece la ley".

"El caso Barreda fue un hecho emblemático para la ciudad y el país entero y siempre se planteó que sea una casa que se recupere para los derechos de las mujeres. Desde que llegamos al Ministerio nos pusimos esto como objetivo", dijo la funcionaria provincial.

También advirtió que "hubo resoluciones que se deberían haber tomando mucho tiempo antes" porque la casa está destruida y la la inversión requerida para recuperarla es "inmensa".