Los obispos católicos de Estados Unidos, reunidos en asamblea esta semana, eligieron como presidente de su Conferencia Episcopal al arzobispo Timothy Broglio, titular de la arquidiócesis castrense, uno de los prelados más conservadores dentro del episcopado norteamericano y un declarado opositor al proceso de renovación planteado en la iglesia católica por el papa Jorge Bergoglio. Broglio (70 años) se impuso por mayoría simple (138 votos) y será la máxima autoridad del episcopado norteamericano por los próximos tres años, periodo que incluye también las elecciones presidenciales norteamericanas de 2024. De esta manera, en el escenario de un episcopado católico dividido, la mayoría de los obispos optaron por un candidato que se ha manifestado en contra de la perspectiva sinodal (asamblearia) y anticlerical de Francisco, pero también en oposición al compromiso que impulsa Bergoglio en favor de los pobres, los “descartados” y la apertura a quienes se reconocen homosexuales.

En la elección Broglio se impuso al arzobispo de Baltimore, William Lori, un hombre de tradición conservadora que fue mutando hacia posiciones más cercanas al papa Francisco y que para muchos observadores externos se presentaba como un moderado capaz de conciliar posiciones entre los obispos. Lori fue finalmente electo como vicepresidente con el apoyo de 143 de sus pares.

Larga trayectoria

Broglio fue designado arzobispo castrense en 2007 por el papa Benedicto XVI y se mantuvo hasta ahora en ese cargo que lo hace responsable de la atención espiritual de 1,8 millones de militares y sus familias, repartidos en 220 instalaciones castrenses no solo en territorio norteamericano sino en todo el mundo.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos tiene además una larga trayectoria en el servicio diplomático del Vaticano donde se desempeñó como secretario personal (1990 al 2001) del ya fallecido cardenal italiano Angelo Sodano, Secretario de Estado y mano derecha del papa polaco Juan Pablo II. Sodano ha sido un declarado enemigo de la Iglesia de América Latina, en particular de los teólogos de la liberación y en esa condición persiguió y sancionó entre otros al brasileño Leonardo Boff quien finalmente decidió alejarse del ministerio sacerdotal ordenado.

A Sodano se lo acusa también de encubrir los abusos sexuales del fundador de los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, que también fue quien acercó importantes contribuciones de empresarios a las finanzas vaticanas durante el pontificado del papa Karol Wojtyla.

Broglio fue nombrado obispo por Juan Pablo II en el año 2001 y enviado a la República Dominicana como nuncio apostólico (embajador del Vaticano). Pero la carrera diplomática del nuevo presidente del episcopado de USA se inició en 1983 cuando ingresó al cuerpo diplomático de la Santa Sede para desempeñarse como secretario en las embajadas vaticanas de Abiyán (Costa de Marfil) durante cuatro años y luego en Asunción (Paraguay) por tres años.

Públicamente Broglio respaldó a los “objetores de conciencia” en contra de la obligatoriedad de la vacuna contra la covid-19, en particular dentro de las fuerzas armadas. En 2021 el arzobispo apoyó a los soldados católicos que se negaban a vacunarse y en un sermón afirmó que no se los podía obligar a hacerlo si ello “violaba la santidad” de su conciencia.

Críticas a Francisco

Cuando Francisco se expresó públicamente en contra de aislar y condenar a gays y lesbianas en la Iglesia Católica y propuso acompañamiento y cercanía para quienes tomen esas elecciones, Broglio dio a conocer una “aclaración” pidiendo que no se confunda una actitud pastoral con la solidaridad con los homosexuales.

En su condición de presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, integrada por algo más de 260 arzobispos y obispos, Broglio llevará la voz cantante de ese colectivo a la primera sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de Obispos que se celebrará en Roma del 4 al 29 de octubre de 2023, un evento impulsado por el papa Francisco y que tiene como claro propósito introducir en la Iglesia Católica un perspectiva asamblearia, disminuyendo el “clericalismo” y abriendo a la posibilidad de mayor participación de laicado, sacerdotes y religiosas.

En la persona de Broglio el papa Francisco encontrará una fuerte resistencia a esas iniciativas, así como a la intención de Bergoglio de retomar el impulso de cambios inspirados en el concilio Vaticano II. Sin dejar de lado que, en el escenario político de Estados Unidos y de cara a las elecciones presidenciales de 2024, el arzobispo Broglio jugará sus fichas en favor del bando republicano.

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