Dice Wikipedia: “Carlos del Frade es un periodista, escritor y político argentino. De origen rosarino, es diputado provincial por el Frente Social y Popular en la Provincia de Santa Fe. Es conocido por sus investigaciones acerca del narcotráfico y las mafias en su provincia”.​ El año que viene la biblioteca online de consultas deberá actualizarse porque Del Frade termina su mandato pero podrá agregar que fue candidato “testimonial” a gobernador de Santa Fe por la izquierda nacional, como gusta definirse, precursor junto a aliados varios de transformase en la tercera fuerza política santafesina, y exponente del voto cantado a Juan Monteverde, de Ciudad Futura, para la intendencia de Rosario. 

-¿Qué vas a hacer de tu vida?

-Terminar el mandato el año que viene como diputado provincial, estamos intentando hacer una reunión de sectores transformadores por afuera de los grandes partidos… con gente que no se banca que el socialismo vaya con el “frente gorila” como esa postal del ’55 que han rearmado y ya sabe también que tampoco el peronismo le da lugar a los sectores transformadores. Esa es la decisión que más le cuesta tomar a sectores del peronismo, siguen repitiendo la tremenda experiencia de la década del 70 de creer que la izquierda le va a ganar en el manejo estructural de las herramientas del Estado al peronismo tradicional y eso especialmente en la provincia de Santa Fe está absolutamente demostrado que es imposible.

-Digamos que es un punto que volvió a reaparecer en la agenda política. ¿Cuál es el lugar del centroizquierda en esta provincia?

-Sí, pero a mí no me gusta la palabra centro izquierda, ni progresista, me gusta más lo que yo siempre defino como izquierda nacional. La provincia de Santa Fe a partir de los años 90 ha tenido claramente tres fuerzas: peronismo y asociados, radicalismo y asociados, y el socialismo que había emergido como una tercera fuerza que llegó a gobernar la provincia de Santa Fe. Creo que hay una tradición de tercera fuerza en la provincia a diferencia de lo que pasa a nivel nacional y eso es lo que queremos ocupar a partir del 2023.

-Te recuerdo en ese sentido que el Movimiento Evita y Ciudad Futura están trabajando juntos y entiendo que podrían ser para ustedes  unos aliados.

-Sí, sí. De hecho en las elecciones de 2019 fuimos juntos con Ciudad Futura.

-¿Cómo está hoy la relación con Ciudad Futura?

-Ellos han decidido ir por la interna del peronismo, pero porque hay una disputa diferente. Juan Monteverde decide ir por la intendencia de Rosario y sabe que por ahí, por una diferencia de mil o dos mil votos, define la intendencia, así que a mí me parece que tácticamente es una posibilidad real pero clausurás la historia que nos parió tanto a Ciudad Futura como a nosotros por afuera de los grandes partidos. Yo creo que cuando te cerrás no sé si muchos de esos sectores independientes van a ir a la interna del peronismo. Tengo mis dudas. Y después si perdiste dentro de la interna del peronismo empezás a diluirte en forma lenta, progresiva e inexorablemente.

-Entonces, insisto, ¿cuál es el camino electoral?

-En Santa Fe puede estar la tercera posibilidad. Lo que estoy viendo es esta cuestión de estar junto a (los ex socialistas) Rubén Giustiniani, Eduardo Di Pollina y Claudia Balagué, el radical Palo Oliver, Alicia Gutiérrez, de Solidaridad e Igualdad, Verónica Benas, de PARES, y Gaby Sosa de Libres del Sur.

-Venís de compartir un acto con Agustín Rossi.

-Si, tengo una relación histórica.

-¿Eso no significa nada?

-No significa nada. Me encantaría que sectores peronistas suturen la vieja herida de la década del 70 y salgan de ahí porque el peronismo transformador, el peronismo de izquierda no maneja nunca ninguna herramienta estructural del Estado para transformar la realidad. Cuando vayan por afuera van a ganar la provincia.

-Es lo que les está pidiendo.

-Sí, es un debate profundo. No es joda. Les estoy diciendo hasta cuándo van a seguir siendo derrotados como en los setenta. Cómo es el asunto, ¿una cuestión de masoquismo? ¿Por qué creen que el peronismo de izquierda va a ganar la estructura partidaria que después termina teniendo la estructura del Estado?

-Es una opción para ganar.

-Lo que no quiere decir que es para transformar… Te dicen hay mucha gente piola en el gobierno de Perotti, sí, claro pero mirá lo que es el gobierno provincial… un desastre. Esa gente piola, está pero no decide y ese es el drama de los partidos grandes en la provincia de Santa Fe. Yo por eso siempre hablo del PUS, partido único santafesino, la provincia está cada vez más desigual más violenta y tiene que ver con los acuerdos estratégicos del conservadurismo del peronismo, el radicalismo, el socialismo, del Pro, de la Iglesia, de los grandes medios. Acá no hay grietas en eso. Eso es PUS.

-Un dirigente peronista que se ilusiona con ser candidato me dijo que si Miguel Lifschitz viviera sería, sin dudas, el próximo gobernador de Santa Fe.

-Sin dudas, tenía 800 mil votos. En la última reunión que tuvo conmigo y con Giustiniani, nos dijo que había que ir a la izquierda, me llamó mucho la atención.

-Era un tipo lúcido.

-¡Y aparte leía! Se ufanaba de su biblioteca, algo rarísimo de un político. Ahora estamos viendo la descomposición de lo que alguna vez fue el socialismo. Por eso, hay tantos sectores del Frente Progresista que vienen con nosotros, a mí me sorprende porque fuimos muy críticos del socialismo de Lifschitz.

-Vuelvo al principio, ¿cuál es la idea?

-La idea es construir una herramienta política electoralmente, sueño con que el año que viene pongamos seis diputados provinciales y que discutamos de verdad en el 2027 porque como no hay referentes ganadores en la provincia, no hay más Lifschitz, entonces cualquiera se puede animar.

-¿Y qué querés ser?

-Por el laburo podría repetir para diputado provincial pero no sé si es conveniente por esa cuestión de que uno se eterniza y ya es el espejo. Me imagino que en este momento vamos a tener que tener mucha generosidad, tal vez vaya a algún cargo testimonial, como gobernador, sabiendo que me vuelvo al periodismo (risas).

-Intendente, ¿no?

-No, porque lo respeto mucho a Juan (Monteverde).

-¿Lo ves con chances?

-Sí, ojalá le salga bien. Yo le dije que tengo miedo de que meterse dentro del peronismo le reste los votos históricos independientes.

-Tu mirada de la gestión Javkin.

-Una gran decepción. No tiene nada que ver con ese pibe que vimos crecer cuando fundamos la CTA, no parece el muchacho que yo conocí en la década del 90; cero transformación, cero liderazgo popular, no plantea el tema de los puertos, el desarrollo inmobiliario se ha convertido en una maquinaria de lavado de dinero en Rosario.

-El año que viene la ciudad de Santa Fe cumple 450 años… Y el poder real sigue estando allí…

 

-Totalmente. Es una marca, se ve en los círculos de la Plaza de Mayo, alrededor de la Casa Gris y se ve en el último calabozo de Las Flores. Rafael Gutiérrez, actual presidente de la Corte Suprema de la provincia, llegó a decirnos: “Nosotros somos eternos, ustedes son pasajeros”. Eso es impresionante. ¡Es el Vaticano! Storni decía: “Tenemos el poder de la eternidad”.