Miles de personas se despidieron este jueves de la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, que murió el domingo pasado a sus 93 años. Con cantos, carteles, pañuelos y cartas, una multitud homenajeó a una de las figuras más importantes en la lucha contra la dictadura y por los Derechos Humanos en el país, tal como lo había deseado.

La despedida fue con expresiones de dolor, pero también con la alegría que tanto caracterizó la lucha de Hebe. En la última ronda estuvieron presentes, además de organizaciones sociales y personas que se acercaron de manera individual, algunos funcionarios de Gobierno y representantes de organizaciones de Derechos Humanos y la Justicia.

Entre los asistentes, por ejemplo, estuvo la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, que por AM750 aseguró que el acto del jueves fue “muy conmovedor”. “Hebe provoca para siempre y cambia la historia para siempre. Está con nosotros siempre. Le debemos la democracia y la construcción de una memoria de hechos aberrantes”, apuntó.

Hebe nos cuidaba y nos enseñaba a no bajar los brazos, pero por sobre todas las cosas a cuidar los Derechos Humanos”, remarcó.

La respuesta a las críticas

En tanto, Álvarez Rodríguez cuestionó la actitud de algunos diputados, como la de José Luis Espert, que cuestionaron en pleno homenaje a la referente de Madres.

Es el típico modus operandi de los discursos de odio. Fabrican un chivo expiatorio. Los pobres, los inmigrantes, los kirchneristas. Y con Hebe ni que hablar. Arman causas judiciales, lo publican en todos sus medios, en todas las redes, y van corriendo el límite para tratar de que estas prácticas sean normales”, comentó.

Luego, agregó: “Se termina naturalizando que un diputado como Espert diga cualquier barbaridad el día del homenaje utilizando una figura que no puede utilizar”.

Una manera de responderles es con derechos y democracia, reconstruyendo el acuerdo democrático. Sin reconstruir ese acuerdo, que se quiebra con el intento de asesinato a la vicepresidenta, y sin un acuerdo político, va a ser muy difícil”, enfatizó.

El Partido Judicial

Finalmente, Álvarez Rodríguez vinculó el pacto democrático y la construcción de odio con el Poder Judicial en Argentina. “La violencia la ejercen hoy cuando la jueza (María Eugenia Capuchetti) no investiga las pistas del intento de magnicidio”, opinó.

Tenemos una parte del poder judicial que funciona como el brazo armado de un partido, que es Juntos por el Cambio. A la democracia se la mejora con más democracia. El poder judicial debe revisar sus prácticas y esta vocación que tiene de representar un partido político que nunca va a elecciones”, añadió.

Y concluyó: “Es lamentable que personas con responsabilidad política no contribuyan. Hay quienes pueden no compartir sus ideas, pero tenemos que respetarnos. Eso es lo que ayer desde un sector de la oposición faltó”.