Desde este lunes 28 de noviembre, entra en vigencia el nuevo dólar soja que impulsa el Gobierno para engrosar las reservas del Banco Central. Mediante el nuevo programa, el sector sojero podrá liquidar su producción a una cotización de 230 pesos por dólar. La primera edición de esta herramienta, que estuvo vigente hasta el 30 de septiembre, permitía un tipo de cambio a 200 pesos.


Además, el Ejecutivo confirmó que se eliminará el diferencial arancelario entre la commodity y sus subproductos. En tanto, las retenciones a la soja bajarán dos puntos porcentuales, de 33% a 31%.

Mediante el nuevo “Programa de Incremento Exportador”, detallado en el Decreto 787/2022 publicado hoy en el Boletín Oficial, el Gobierno espera recaudar, como mínimo, 3.000 millones de pesos antes del 31 de diciembre de este año, cuando culminará el acuerdo con las cerealeras.

El viernes, el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo una reunión con referentes del sector y anticipó: "Vamos a reestablecer el programa de promoción de exportaciones para el complejo agroindustrial de todo lo que es soja y sus derivados”.

En ese entonces, explicó que la iniciativa surje de la “convicción” de “lograr, al 30 de diciembre, batir el récord de exportaciones en lo que es el complejo agroindustrial, entendiendo que Argentina es parte de la agenda de la seguridad alimentaria, al igual que el debate y la pelea por las proteínas a nivel global es una de las grandes peleas".

Los fondos que se recauden de los derechos de exportación a partir del nuevo dólar soja se destinarán al financiamiento de promoción para economías regionales; subsidios a las cadenas de valor avícola, bovina, lechera y porcina para aumentar producción; y un fondo para mantener el valor de las asignaciones familiares.

Así lo confirmó el subsecretario de Agricultura y Ganadería, Juan José Bahillo, quien además opinó que esta oportunidad debe aprovecharse para “atender las asimetrías o las dificultades que pueda generar el programa en el mercado interno”. La alusión del funcionario nacional tiene que ver con el temor de que aumente a nivel local el valor de la soja, que se usa para alimentar a vacunos, cerdos y pollos.

A su vez, Massa manifestó su confianza en que “los mayores recursos que acumulemos en diciembre, nos sirvan durante enero, febrero y marzo para encarar un programa de reducción de retenciones en las economías regionales".

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